Los futuros de la renta variable estadounidense tuvieron dificultades para ganar tracción. Los débiles datos de los precios chinos suscitaron inquietud sobre las perspectivas económicas mundiales antes de la publicación de importantes informes sobre la inflación estadounidense a finales de esta semana.
Los futuros del S&P 500 apenas registraron cambios, mientras que los del Nasdaq 100 retrocedieron tras el descenso de la mayoría de las acciones estadounidenses debido a unos datos salariales que indican la persistencia de las presiones inflacionistas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro bajaron ligeramente y el dólar se fortaleció.
Mientras el mercado experimenta estas fluctuaciones, muchos inversores pueden preguntarse: «¿Cómo funciona la bolsa?«. Y no es para menos. Las preocupaciones actuales giran en torno a las economías que lidian con tipos de interés elevados, mientras los bancos centrales trabajan activamente para frenar la escalada de precios. Estas circunstancias han provocado una postura defensiva en las acciones al entrar en la segunda mitad del año. La Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha reconocido la posibilidad de una recesión en Estados Unidos, subrayando los persistentes altos niveles de inflación.
El índice Stoxx Europe 600, volátil tras su mayor caída semanal
El índice Stoxx Europe 600 experimentó fluctuaciones tras su mayor caída semanal desde mediados de marzo. Los descensos en el sector minero estuvieron encabezados por la caída de los precios del mineral de hierro y del cobre.
En Asia, el índice de referencia de la renta variable retrocedió por cuarto día consecutivo, acercándose a su nivel de cierre más bajo en más de un mes. Las acciones de Hong Kong y China continental recortaron sus ganancias después de que los datos chinos revelaron nuevos descensos de los precios de fábrica, mientras que la inflación subyacente se ralentizó. El yuan se depreció tras la publicación de los datos.
El repunte de las acciones en el primer semestre responde a unas expectativas más elevadas en un contexto de aumento significativo de las valoraciones.
El lema «mejor de lo que se temía» que ha impulsado las ganancias bursátiles durante las dos últimas temporadas de resultados no será suficiente esta vez. Varios estrategas sostienen que las expectativas de que las acciones estadounidenses continúen su repunte del primer semestre son ahora mucho mayores. Esto se debide a que las valoraciones han aumentado significativamente en comparación con el mercado mundial. Además, se espera que el camino para la renta variable sea más difícil, por los sólidos datos económicos sugieren tipos de interés más altos durante más tiempo.
En una nota, Michael Wilson, de Morgan Stanley, conocido por su postura bajista en Wall Street, afirmó que «mejor de lo temido» ya no será suficiente con el comienzo de la temporada de resultados del segundo trimestre. En su opinión, las valoraciones de las acciones corren peligro. Esta situación se debe al aumento de los tipos de interés y a la disminución de la liquidez, a menos que las empresas mejoren sus previsiones.
Esta opinión ha sido compartida por los estrategas de Deutsche Bank, encabezados por Binky Chadha. En este sentido, mencionaron que, a pesar del repunte de la renta variable estadounidense en vísperas de la temporada de resultados, es probable que la reacción a éstos sea moderada, incluso si resultan ser sólidos.
En contraste con las tendencias históricas, demostradas en temporadas de ganancias positivas para las acciones, la reacción esta vez podría ser moderada. Según Deutsche Bank, el índice S&P 500 ha ganado normalmente una media del 2% en las cuatro primeras semanas de las temporadas de resultados. El notable repunte del 16% del índice en el primer semestre de 2023, su mejor rendimiento de enero a junio desde 2019, se vio respaldado por la resistencia de los beneficios.
La temporada de ganancias del segundo trimestre comenzará con los informes de los principales bancos estadounidenses, incluidos JPMorgan Chase & Co. y Citigroup. Las estimaciones de consenso sugieren que las empresas enfrentarán la caída más significativa en las ganancias por acción durante el segundo trimestre, con expectativas de recuperación en el cuarto trimestre. Sin embargo, nuevas revisiones negativas podrían prolongar la caída.
Aunque las acciones estadounidenses repuntaron en el primer semestre de 2023, gracias a unos beneficios mejores de lo esperado y a las expectativas de que los tipos de interés alcanzaran su nivel máximo, las recientes revisiones a la baja de los beneficios y la preocupación por una Reserva Federal potencialmente belicista han llevado a los inversores a anticipar un panorama turbulento para las acciones en lo que queda de año. Esta expectativa ya se ha materializado en cierta medida en julio, con un descenso del S&P 500 la semana pasada.
La FED está a punto de volver a subir los intereses y los mercados anticipan el impacto
La decisión crucial que tendrá un impacto significativo la tomará la Reserva Federal durante su reunión ordinaria de política monetaria de la última semana de julio. Los economistas y el mercado esperan que se produzca otra subida de un cuarto de punto porcentual del tipo objetivo de los fondos federales, situándose entre el 5% y el 5,25% actuales. Esto se produce tras la decisión de junio de mantener el objetivo sin cambios durante la reunión de ese mes.
Conclusión
En conclusión, el S&P 500 y los mercados mundiales de renta variable afrontan retos de cara al futuro. Esto es porque persisten las advertencias de beneficios y la preocupación por la inflación. Los recientes datos débiles sobre los precios chinos y los indicadores salariales que apuntan a la persistencia de las presiones inflacionistas han mermado el ánimo del mercado. La preocupación por las economías en dificultades sometidas a tipos de interés elevados y la posibilidad de una recesión en EE.UU. han puesto a las acciones a la defensiva. Los inversores esperan la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés, que se prevé tenga un impacto significativo en los mercados. En general, el camino para el mercado bursátil parece más difícil, y la cautela está justificada en el actual entorno de mercado