En la mañana del miércoles 2 de agosto el sistema del PAMI fue hackeado. Millones de personas se vieron afectadas a la hora de comprar medicamentos y los médicos no pueden emitir recetas para los afiliados, mientras que los datos dentro del organismo administrado por Luana Volnovich se encuentran en manos de hackers. Sin embargo, poco parece importarle esto a la titular de la entidad que sigue de campaña.
Este es el ataque cibernético más importante que sufrió la entidad administrada por La Cámpora y para tratar de resolver las cosas, los hackers pidieron 2.7 millones de dólares para devolver el sistema. Este monto no convenció a los encargados de la entidad que les informaron que no pagarían esa cifra y decidieron intentar por sus medios recuperar el dominio de la base de datos.
Sin embargo, en PAMI subestimaron la situación y tras varios intentos fallidos continúan sin poder restablecer el servicio para sus millones de afiliados. Se estima que recién el martes 8 de agosto podría haber novedades acerca de este hackeo, lo que quiere decir que los datos de casi cinco millones de personas estarán en manos de atacantes cibernéticos durante seis días y en el Estado no dan respuestas certeras.
Mientras los usuarios no pueden sacar turnos y los doctores no pueden realizar recetas para ellos, la titular del PAMI, Luana Volnovich está «borrada» por completo. «Antes aparecía en cada entrega de silla de ruedas, ahora no. Y el comunicado oficial que nos entregaron comunicando qué pasaba, no tenía su firma», reveló un trabajador del organismo al que consultó El Intransigente.
«Los empleados concurren a las sedes, pero se quedan mirando el techo. No pueden hacer nada hasta que no se solucione«, añadió esta misma persona, la cual recibió órdenes de no encender las computadoras por 48 horas para que no continúen vulnerando la base de datos a la par que los «expertos» del organismo intentan restablecer el servicio.
El PAMI sin servicio y Luana Volnovich de campaña
Como si todo esto no fuera poco, hay que sumar que la titular de la entidad decidió no hablar de este aberrante hecho y salió a hacer campaña política. En su cuenta de Facebook compartió una publicación junto a Pablo Descalzo y Marga Recalde supervisando obras en Ituzaingó pero sus afiliados no pueden acceder a este servicio ni a otros.
«Supervisamos las obras de la segunda etapa del Hospital Bicentenario de Ituzaingó que contará con una nueva área de internación, quirófanos, área de esterilización propia y un área de cuidados críticos. Este hospital había sido abandonado durante la gestión anterior pero con una fuerte inversión de PAMI lo pusimos en marcha y durante la pandemia se convirtió en un centro de referencia de atención COVID», señaló la funcionaria kirchnerista como si nada estuviese pasando.
