Las elecciones primarias (PASO 2023) de este domingo en la Ciudad de Buenos Aires pondrán en juego la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno, tras 16 años ininterrumpidos de hegemonía del PRO, además de cargos legislativos y comuneros. El propio alcalde porteño, hoy precandidato presidencial de Juntos por el Cambio, pateó el tablero meses atrás al establecer la modalidad de votación concurrente, desafiando a la voluntad del expresidente Mauricio Macri.
Elecciones concurrentes e interna en JxC
Elecciones concurrentes significa simultaneidad de fecha de elecciones con las nacionales, pero un desdoblamiento. El implementar un sistema de votación de Boleta Única Electrónica supone depositar el voto en urnas diferenciadas dentro del aula. Esto implica que el elector primero pasará por el cuarto oscuro para elegir la boleta de papel con las categorías nacionales y depositar ese voto en una primera urna.
Acto seguido, deberá caminar unos metros para seleccionar en una pantalla su sufragio electrónico con las opciones de su preferencia para la Ciudad. Tras completar ese breve proceso y confirmar la operación, el aparato imprimirá una boleta (con un chip incorporado), la cual deberá depositarse en una segunda urna. Este desdoblamiento que impuso Rodríguez Larreta le sirvió para dar una muestra de liderazgo dentro de Juntos por el Cambio y afirmar su autoridad frente a los intentos de domesticación de Mauricio Macri.
Al mismo tiempo, el exjefe de Gabinete de Macri en la Ciudad logró a través de este sistema equilibrar en gran medida las chances en las PASO de Martín Lousteau (Evolución Radical) frente a un Jorge Macri (PRO) que hubiera tenido el camino absolutamente allanado en el caso de acoplar su boleta a la de los precandidatos presidenciales del PRO, dejando a un rival interno sin la posibilidad de atar su suerte a un presidenciable competitivo.
UxP, La Libertad Avanza y la izquierda
Por el lado de Unión por la Patria, se ubica Leandro Santoro, que tendrá como primer objetivo obtener 25 puntos (o más) y luego meterse en el balotaje. Sin embargo, el efecto del voto útil atenta contra sus posibilidades de optimizar su cosecha en las PASO, ya que está medido que un porcentaje de votantes afines al kirchnerismo se infiltrará en la interna de Juntos por el Cambio votando a Lousteau para perjudicar al candidato del PRO.
Más relegado en las encuestas se ubica el precandidato de La Libertad Avanza, Ramiro Marra, perjudicado a partir del sistema de elecciones concurrentes que disoció su boleta de la presidencial de Javier Milei. Por el Frente de Izquierda-Unidad se plantea una interna entre Jorge Adaro (con el apoyo del PTS e Izquierda Socialista) y Vanina Biasi (con el respaldo del Partido Obrero y el MST).
En el cuarto oscuro habrá otras dos boletas de precandidatos por la izquierda trotskista, en busca de superar el piso del 1,5% necesario para estar en las generales del 22 de octubre: Héctor Heberling (Nuevo Mas) y Valentina Viglieca (Política Obrera). El mismo objetivo tendrán los precandidatos a jefe de Gobierno Eduardo Graham (Principios y Valores), Alejandro Nizzero (Frente Patriota Federal), Juan Pablo Chiesa (Aptitud Renovadora), y Adolfo Buzzo (Libres del Sur).