Este jueves, Rusia afirmó que el grupo de países BRICS se reforzaría con la incorporación de nuevos miembros, en su respaldo más explícito hasta ahora a la idea de expansión. El grupo BRICS de economías emergentes está formado actualmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Moscú considera al grupo un contrapeso cada vez más importante e influyente en los asuntos mundiales frente al Occidente liderado por Estados Unidos. «Por supuesto, creemos que, de una forma u otra, la expansión de los BRICS contribuirá a un mayor desarrollo y fortalecimiento de esta organización», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Peskov se refirió así al comentario del presidente brasileño, Lula da Silva, de que era «extremadamente importante» que Arabia Saudita se una al BRICS, junto con Argentina y Emiratos Árabes Unidos, si así lo deseaban. El vocero dijo que Rusia mantenía lazos constructivos con los tres países.
Pero agregó que «no consideramos que debamos adelantarnos» en lo que respecta a las naciones candidatas concretas. El tema se debatirá en la cumbre de los BRICS, que se celebrará en Sudáfrica del 22 al 24 de agosto. El fortalecimiento del grupo forma parte de la visión rusa de socavar el dominio estadounidense y construir un nuevo «mundo multipolar», informó Reuters.
Además, valora los lazos con los países en desarrollo que se han abstenido de condenar sus acciones en Ucrania. También quiere aumentar el comercio con ellos para neutralizar el efecto de las sanciones occidentales en su economía. Rusia estará representada en la cumbre de los BRICS de este mes por el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.
El presidente Vladimir Putin decidió no asistir en persona al encuentro en el continente africano. Sobre él, pesa una orden de detención contra él emitida por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Algo que Moscú niega.