Eduardo, dueño de un supermercado de la provincia de Buenos Aires, se convirtió en protagonista de un episodio que refleja el clima de inseguridad y desesperación que hubo en estos últimos dos días ante los saqueos sorpresivos. El comerciante se enfrentó con valentía a un grupo de personas encapuchadas que intentaban saquear su local y logró neutralizarlos. Sin embargo, luego los saqueadores fueron a un supermercado Día y lo vaciaron sin mediar palabras.
«Ayer, a las 7 de la tarde llegaron unas 300 personas encapuchadas que en el vídeo no se ve, porque estaban en la cuadra de atrás, pero empezaron a pasar en motos. Bueno, yo entré al lado de un señor de 75 años que tiene una carnicería y con mi hijo entre todos nos tratamos de defendernos. La situación habrá durado unos 30 minutos hasta que llegó la policía que reprimió y por suerte no saquearon», expresó Eduardo en una entrevista para Marcelo Longobardi en la radio Rivadavia.
«Después de que se fueron, saquearon el supermercado Día de la Ruta 8, que salió en todos los noticieros. La verdad es que yo nací y me crie acá (en Loma Hermosa). pero el barrio cambió mucho. A mí no me pudieron saquear en 2001 ni ahora tampoco, o sea, la única forma sería muerto. No puedo entender cómo alguien se cree que lo mío es de él», comentó el trabajador.
La provincia de Buenos Aires invadida por los saqueos
«Acá en el conurbano, por ejemplo, si se te meten adentro del negocio, te linchan, no te lastiman. No es que uno anda saliendo como un loco con una escopeta. Eso no lo haría nunca. Es muy triste agarrar una escopeta con 65 años ¿Qué futuro tiene mi hijo en un país así?», relató con angustia el dueño de uno de los negocios del centro comercial.
«Empiezan a concentrase a través de un grupo de Whatsapp y vienen gente de otros barrios de alrededor, porque estamos rodeados de villas y asentamientos. En un momento se arma todo y en media hora tenés 500 personas. La policía no reprimió hasta que este video se viralizó. La policía me decía en todo momento que me meta adentro, pero si les hago caso, el negocio me lo hacen pedazos», explicó Eduardo.
«Cuando vi 300 personas en la esquina, le digo a mi hijo, tráeme la escopeta y la bala de vos, porque esto se va de las manos. Los familiares míos se vinieron enseguida y me dijeron que había que hacer algo, sino esto se iba de las manos. Vimos un montón de gente», sentenció el hombre de 64 años apenado por la realidad social del país.
«Acá, donde estoy en el centro comercial, lo más probable que hoy la gente no abra por miedo. Nosotros somos gente de trabajo, queremos trabajar tranquilos y no queremos ningún problema con nada de esto. Somos gente que solo trabaja, no queremos pelear», concluyó Eduardo en una entrevista tras la viralización del video en redes sociales.