En respuesta a los resultados de las PASO 2023 celebradas en Argentina, donde el oficialismo quedó en tercer lugar y el candidato opositor, Javier Milei, lideró la contienda, el Gobierno nacional tomó medidas económicas para contrarrestar la incertidumbre en los mercados financieros. Uno de los movimientos clave fue la elevación del valor del dólar oficial a $365,50 por parte del Banco Central, lo que supone una devaluación de aproximadamente el 19% en relación a la cotización del cierre previo.
Esta devaluación busca acercar el valor del dólar oficial al llamado «dólar blue», que experimentó un importante aumento en medio de la incertidumbre política, después de las PASO. Según fuentes oficiales tomadas por la agencia NA, esta cotización del oficial se mantendrá sin cambios hasta las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 22 de octubre.
Además del ajuste en el tipo de cambio, el Banco Central también optó por elevar la tasa de interés (TNA) en un 21%, situándola en 118%. Esta medida tiene como objetivo contener los depósitos en las cuentas bancarias y evitar una mayor presión sobre el mercado cambiario informal. Esto se traduce en una tasa efectiva anual (TEA) de alrededor del 209%, con un incremento mensual de un 9,8%.
La devaluación como medida inevitable frente a la demanda del dólar
Si bien se ha implementado este ajuste en el tipo de cambio, aún no se han dado a conocer otras medidas, como una eventual simplificación en el ámbito cambiario. La actualización en el valor del dólar era una de las solicitudes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar un desembolso de US$7.500 millones en el mes de agosto.
La entidad financiera planea redefinir las tasas mínimas garantizadas para los plazos fijos en función de la nueva tasa de política. El Banco Central argumenta que es conveniente adaptar el nivel de tasas de interés de los instrumentos de regulación monetaria para anclar las expectativas en el mercado cambiario y reducir el impacto en los precios. Esta estrategia también busca incentivar los retornos reales positivos en inversiones en moneda local y favorecer la acumulación de reservas internacionales.
El Banco Central continuará supervisando la evolución de los precios, la dinámica de los mercados financieros y cambiarios, así como los agregados monetarios. Estos factores serán determinantes para ajustar y calibrar la política de tasas de interés en el futuro cercano. Con estas medidas, el Gobierno busca estabilizar la situación económica y financiera del país en un período de alta incertidumbre política.
La incertidumbre y la posible reconfiguración del escenario político pueden tener un impacto significativo en la economía, y el Gobierno está tomando medidas proactivas para contener cualquier efecto negativo en la confianza de los inversores y en la dinámica del mercado financiero. Las próximas semanas serán cruciales para evaluar la efectividad de estas acciones y su impacto en la economía argentina en el corto y mediano plazo.
