De las elecciones PASO en Argentina quedó mucho material de análisis pero sin duda las caras más tristes estuvieron en el búnker de Unión por la Patria, donde estimaban muchos más votos que el 28,09% que lograron entre Sergio Massa y Juan Grabois. Ahora el ministro de Economía irá a las elecciones generales del 22 de octubre y si bien tiene varias en contra, no se baja de la lucha.
«Empiezan en Argentina semanas trascendentes. Empieza a discutirse qué país vamos a querer. Nosotros vamos a defender nuestras pymes, las industrias, la soberanía energética y nuestra capacidad de desarrollo. Vamos a defender la universidad pública y seguir ampliando derechos. Vamos por la ampliación de programas de medicamentos, pero que sea el estado quien debe proteger a quienes se retiran del mercado de trabajo», indicó.
Si bien Sergio Massa solo logró el 21,31% de los votos, aclaró que «hoy empieza una elección que de alguna manera tiene el final del primer tiempo» y allí comenzó con una analogía futbolera trasladada a la política: «Nos queda el segundo tiempo, el alargue y los penales y vamos a estar peleando hasta el último minuto porque estamos seguros de que la Argentina que viene tiene que ser la Argentina del trabajo, la producción, la defensa de nuestros derechos y la universidad pública, tienen que estar gobierne quien gobierne».
Por último, el ministro de Economía sostuvo que van «a luchar por la construcción de una nueva mayoría. Que el próximo gobierno no sea una unidad de coalición sino de unidad nacional. Ahora tenemos 60 días para ganarle a aquellos que convocando desde el odio construyeron un principio de nueva mayoría». Así cerró su breve discurso del dirigente del Frente Renovador.
Sergio Massa no tiene plan B
Un interesante detalle que sucedió en el escenario del búnker de Unión por la Patria es que Juan Grabois se acercó a darle su apoyo al funcionario del Gobierno y le entregó un plan económico al ministro que tiene una inflación del 114% interanual, un dólar blue que superó los $600 y una pobreza infantil por encima del 50% en solo doce meses de gestión.
Si bien Sergio Massa lo tomó, solo lo tuvo unos segundos en la mano y se lo pasó a Juliana Di Tullio qué instantes después se lo entregó a un secretario para que lo saque del escenario. Con este gesto queda en evidencia que no solo el exintendente de Tigre está fallando en Economía, sino también que tampoco acepta recomendaciones o consejos de sus propios colegas de espacio.