La candidata presidencial Patricia Bullrich le respondió a Pablo Moyano, cosecretario general de la CGT, tras sus advertencias sobre los resultados electorales. Al mencionar que «va a haber resistencia» por parte del sindicalismo y que será el primero «en estar en la calle contra la derecha», la exministra lo increpó a través de un posteo en sus redes sociales.
«A mí no me amenaces, Moyano», soltó la funcionaria en Twitter. A partir de ello, lanzó una amenaza contra el sindicalista de Camioneros. «Vos vas a ser el primero en ser detenido cuando violes la ley. Nosotros vamos a crear trabajo. No como ustedes, extorsionadores que conviven con 8 millones de trabajadores en negro y no les importa nada», soltó.
Las promesas de Patricia Bullrich contra el sindicalismo
Una de las promesas de Patricia Bullrich si resulta electa presidenta es regular las declaraciones juradas de los sindicatos. En julio de este año, destacó que todo aquel sindicato que no pueda justificar de dónde sacó la plata «va a tener consecuencias». «Esa plata es de los trabajadores, y se la sacan con cuotas compulsivas. Los trabajadores no deciden que les saquen el 3 o 4% de su salario», declaró en LN+.
«Nosotros vamos a prohibir eso, al que le sacan por convenio colectivo. Basta de sindicalismo chorro», sentenció. Hace tres días, Bullrich repudió un supuesto desvío de fondos de las fuerzas sindicales para apoyar al presidencialista Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria.
«Tenemos un país quebrado y los sindicalistas no tienen mejor idea que usar la plata de los trabajadores para bancar la campaña del candidato a presidente del peor gobierno de la historia. No vamos a dejar el futuro de nuestros hijos y nietos en manos de ladrones, corruptos o violentos. Vamos a terminar con los privilegios sindicales. Estamos aquí para defender el cambio para siempre», subrayó en redes.
En su momento, Larreta y Bullrich habían propuesto también regular las protestas en el transporte y la educación, entre otras actividades, con mantenimiento de servicios mínimos. De esta forma, la presidencialista buscaría revisar el derecho a huelga, últimamente cuestionado desde sectores de la derecha.