Se trata, sin lugar a dudas, de una de las periodistas más importantes de los medios de comunicación de nuestro país. Cristina Pérez se destaca tanto en Telefe como en Radio Rivadavia, donde se encarga de dejar muy en claro lo que piensa, tal como sucedió en esta oportunidad. En «Cristina Sin Vueltas», se refirió a lo sucedido en el homenaje organizado por Victoria Villarruel a las víctimas del terrorismo, como ella lo denominó.
«Vimos reeditarse en un tenso episodio el enfrentamiento entre dos miradas sobre la violencia de los 70, cuando grupos de izquierda intentaron evitar un homenaje a las víctimas del terrorismo en la Legislatura porteña. Fue allí que se produjo un ataque absolutamente repudiable contra Lilia Lemoine, candidata a diputada de La Libertad Avanza, a quien rociaron con nafta dos personas, un hombre y una mujer, a quienes les secuestraron bombas molotov y que tenían antecedentes penales», comendó diciendo.
«El kirchnerismo ha prostituido las causas más nobles que sin embargo siguen siendo nobles a pesar de ellos. Argentina juzgó y condenó a los militares genocidas en el Juicio a las Juntas que fue comparado con el juicio de Nuremberg contra los jerarcas nazis. Fue posible gracias a la valentía del fiscal Julio Strassera y del presidente Raúl Alfonsín. Argentina también juzgó y condenó a los líderes guerrilleros incluido Mario Firmenich. Pero fueron indultados por el presidente Carlos Menem, que evitó así la noción de memoria completa que hoy reivindica la diputada Victoria Villarruel y los familiares de víctimas del terrorismo», afirmó.
Sin tapujos, Cristina Pérez fue por más. «Paradójicamente es el presidente a quien su compañero de fórmula Javier Milei considera el mejor presidente de la historia. Gracias a esos indultos, hoy Firmenich presta sus servicios a la dictadura de Nicaragua en vez de estar preso. Hay un consenso internacional sobre la imprescriptibilidad de los crímenes cometidos desde el poder del estado, por eso considerados de lesa humanidad. Ese criterio permitió desandar desde la justicia las llamadas leyes de la impunidad: Punto Final y Obediencia Debida votadas por el Parlamento durante el gobierno de Alfonsín», comentó.
«No existe el mismo consenso mundial en torno de los crímenes en actos terroristas en general, y así lo determina la Convención de Roma, aunque hay, de hecho, quienes reclaman la misma imprescriptibilidad para los autores de todo tipo de atentado. Lo que hizo posible los procesos contra los militares y los líderes guerrilleros con dispar resultado fue el regreso de la democracia y el consenso democrático sobre el imperio de la ley, que permitió también la restitución del estado de derecho y la consiguiente búsqueda de justicia, dejando atrás la represión ilegal. Fue con la democracia que regresó la libertad y las libertades cercenadas por la dictadura», afirmó.
Su reflexión final
«El kirchnerismo buscó glorificar la violencia de los grupos armados de los 70 y usó la causa de los derechos humanos para construir su relato de venganza. Flaco favor les hizo a las organizaciones de derechos humanos que se dejaron cooptar. Pero también flaco favor le hizo al legado de justicia –que no es venganza- y que la democracia argentina con todas sus falencias logró llevar adelante», opinó.
«Ese legado debe estar por encima no sólo de quien detente el poder, sino también por encima de los estados de ánimo de las mayorías ocasionales, porque le pertenece a todo el pueblo argentino. Y representa el bien mayor que lo hizo posible y que aún puede ser nuestro sueño superador en medio de una realidad durísima», sentenció Cristina Pérez.