Aníbal Ibarra, exjefe de gobierno porteño, expresó su firme posición sobre la importancia de condenar el terrorismo de Estado en la Argentina que se llevó a cabo durante la última dictadura militar. Ibarra, conocido por su activismo en derechos humanos y su rol en la política nacional, hizo declaraciones contundentes sobre la necesidad de abordar este oscuro capítulo de la historia del país.
«Estoy convencido que después de lo que hizo el terrorismo de Estado que va desde el robo de chicos y hasta torturas, violaciones y asesinatos de miles de personas, no condenarlo significa una suerte complicidad culposa, si cabe el término. También es la forma elíptica de defender al terrorismo de estado sin decirlo expresamente», comentó Ibarra en una entrevista para Radio 10.
Las declaraciones de Ibarra se producen en el contexto de un debate público sobre cómo recordar y condenar adecuadamente los abusos de derechos humanos cometidos durante la última dictadura militar en Argentina. Ibarra subrayó que es fundamental que la sociedad y las instituciones del Estado no permitan ninguna forma de reivindicación del terrorismo de Estado.
«La propia historia de Victoria Villarruel, candidata a vicepresidenta de la Nación, marca esto: organizar visitas de jóvenes a Jorge Videla, el delincuente condenado por los delitos más graves de la historia judicial argentina. Esto es una reivindicación del terrorismo de Estado y un organismo como la Legislatura no puede permitir que se haga eso. Esto es un gran sinsentido», relató el dirigente político de cercano al kirchnerismo.
La predicción de Aníbal Ibarra sobre el posible desenlace electoral
«Yo también hubiera preferido competir contra Bullrich antes que contra Larreta, porque es más violenta. Pero en este escenario electoral donde Javier Milei se consolidó en las PASO, el escenario es que quede afuera en principio Bullrich. Veo difícil que Milei gane en primera vuelta y tampoco creo que Massa quede afuera de un ballotage. «Yo creo que el escenario va a ser una segunda vuelta entre Massa y Milei», aseguró el abogado y exfiscal federal.
Ibarra concluyó la entrevista enfatizando la importancia de recordar y condenar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, subrayando que es fundamental para la construcción de una sociedad justa y democrática. Sus palabras reflejan su compromiso con la memoria histórica y los derechos humanos en la Argentina.
Después de la tragedia de Cromañón el 30 de diciembre de 2004, Aníbal Ibarra, quien era el jefe de gobierno de Buenos Aires en ese momento, enfrentó un juicio político y fue destituido debido a acusaciones de negligencia en la supervisión de la seguridad en lugares de entretenimiento. Su destitución en 2006 tras 6 años de gestión generó un debate dividido en la sociedad argentina, con algunas personas considerando que fue una medida necesaria para responsabilizar a las autoridades, mientras que otros lo vieron como un proceso político y polémico.
