El candidato presidencial por Unión por la Patria y actual ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, se jugará a todo o nada en las elecciones generales del próximo 22 de octubre. Luego de quedar tercero en las primarias (PASO) de agosto último, necesitará de todo el apoyo posible. Incluso de los condenados por corrupción durante el kirchnerismo, como el exvicepresidente y extitular del Palacio de Hacienda Amado Boudou y el dirigente piquetero Luis D’Elía, entre otros.
En el caso de Boudou, en la antesala de las PASO, se conoció que el exfuncionario se encontraba trabajando junto al equipo de Massa en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. “Están trabajando Boudou y otros economistas junto con Massa en elaborar el camino para que en algún punto tengamos que dejar de lado ese acuerdo y reformularlo”, reveló a fines de junio último el diputado nacional oficialista Leopoldo Moreau.
Lo de D’Elía es un caso completamente curioso. Es que el titular de la agrupación MILES pasó de pedir la ‘cabeza’ de Massa a militar “fuertemente” su candidatura. Todo en cuestión de semanas. “La próxima batalla electoral es decisiva. O las élites dominantes, el macrismo, la extrema derecha, o una Argentina con crecimiento, con trabajo digno, una Argentina desarrollada, con justicia social, una Argentina digna de ser vivida con Sergio Massa”, señaló D’Elía durante un editorial suyo en su programa radial en AM 740 Radio Rebelde.
Además, advirtió que, “sin Estado, no hay desarrollo del país, industrialización, trabajo para todos, ni aumento de las exportaciones”. Así, D’Elía afirmó que se decidió “suspender todo debate interno” en el espacio Principios y Valores -por el que el exsecretario de Comercio Interior de Cristina Kirchner, Guillermo Moreno, se presentó como precandidato a presidente en las elecciones primarias (PASO)- y “avanzar” con el apoyo a la fórmula que lidera Massa y secunda el actual jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Lo cierto es que durante la campaña rumbo a las PASO del último 13 de agosto, D’Elía no hizo más que defenestrar la figura de Massa. En medio de la imparable suba del dólar blue, la escasez de reservas en el Banco Central y las indefiniciones en el acuerdo con el FMI, D’Elia, vaticinó que en el corto plazo el Gobierno se quedará sin ministro de Economía y el oficialismo, sin precandidato a presidente. Hasta llegó a tildarlo de “cag*n” por no realizar una visita de campaña al partido bonaerense de La Matanza.
El derrotero judicial de Boudou
En 2018, a Boudou lo condenaron a cinco años y diez meses de prisión en la cárcel de Ezeiza por el caso Ciccone Calcográfica. De ahí, se fue en abril de 2020 con libertad domiciliaria, en plena pandemia de coronavirus, y en medio de la indefinición de la Justicia para resolver si le mantenía o no ese beneficio. La decisión del juez Daniel Obligado se sustentó en la vulnerabilidad en la que estaban sus dos hijos menores, y que la condena aún no estaba firme.
Sin embargo, en noviembre de ese 2020 la condena quedó firme porque la Corte Suprema rechazó un recurso para revisar su pena pese a lo cual Boudou siguió detenido en su casa. Los fiscales habían pedido que vuelva a la cárcel y así o decidió Obligado, pero sometió su decisión a que la misma quedara firme en una instancia superior.
Durante la feria judicial de enero de 2021, Obligado no habilitó el trámite de la causa y se dilató la decisión, aunque llamativamente el juez sí lo hizo para concederle una reducción de diez meses a Boudou por estímulo educativo tras haber realizado una serie de cursos en el penal de Ezeiza. En febrero, la Cámara de Casación la Sala IV dijo que la decisión de Obligado no fue bien resuelta y remitió el expediente otra vez al juzgado de ejecución, pero Boudou seguía manteniendo el arresto domiciliario.
Al volver el expediente, el juez de ejecución era otro: Ricardo Basílico, quien decidió revocarle la prisión domiciliaria, pero también dejó sujeta su decisión a que el fallo quedara firme. Luego de unos días, la Sala IV de la Cámara de Casación hizo una audiencia para definir si mantenía o no el arresto domiciliario y le quitó otro mes más de su condena por estímulo educativo.
Mientras la Cámara estaba en plazo para definir si Boudou sigue detenido o no en su casa y habiéndose cumplido a mediados de julio el tiempo en que el exfuncionario cumplió las dos terceras partes de la condena, se le dio la libertad condicional. Esa condición se mantendrá mientras el dirigente no cometa delitos y teniendo la prohibición de salida del país, lo cual quedaría sin efecto el año pasado, ya que Boudou viajó a México para las fiestas de fin de año.
El historial de D’Elía
D’Elía inició el 24 de agosto último su etapa de libertad condicional tras dos años y medio preso (entre la cárcel y la domiciliaria) en Isidro Casanova, La Matanza. El líder piquetero cumplió los dos tercios de la condena firme: tenía tres años y medio por la toma de la Comisaría 24 de la Policía Federal en 2004. El fallo del Tribunal Oral Federal Nº 6 llegó 16 años después del episodio.
Junto a un grupo de manifestantes, D’Elía repudió el homicidio de un dirigente social y acusó a la Policía de complicidad con ese hecho. Si bien la Corte Suprema se mostró a favor del TOF Nº 6 y ratificó la condena, el líder piquetero estaba preso desde el 25 de febrero de 2019 y con una sentencia que no estaba firme.
La libertad condicional no modifica los plazos del cumplimiento de la pena, que vencerán el 24 de noviembre de 2022 a las 24 horas, mientras que la «caducidad registral» operará un año más tarde. No obstante, durante ese lapso D?Elía estará en libertad y deberá someterse a controles periódicos sobre el cumplimiento de las normas de reinserción en la sociedad.