La Corte Suprema ordenó por unanimidad que la jueza Ana María Figueroa cese de sus funciones como integrante de la Cámara de Casación Penal. Se trata de un duro revés para Cristina Kirchner, que intentó sin éxito que el Senado apruebe la continuidad de la magistrada, que días atrás cumplió los 75 años que la Constitución Nacional establece como límite para ejercer como jueza.
La camarista Figueroa necesitaba un acuerdo del Senado para continuar por otros 5 años, pero el peronismo no logró alinear a sus aliados y fracasó en el intento de mantenerla en el cargo. Figueroa había anunciado que permanecería en el cargo hasta fin de año a la espera de que el Senado trate su caso, pero sin firmar sentencias. Pero la idea no cayó bien en el mundo judicial y desde diversos sectores presionaban por su salida.
La última jugada de la jueza fue anunciar que pediría licencia o vacaciones, acaso enterada de que la Corte estaba a punto de cesarla. El problema para Figueroa es que la licencia se la debía aprobar la Corte, que se adelantó la jugada y la sacó de la cancha.
El fallo
En el fallo firmado el miércoles, los cortesanos sostuvieron que la Constitución «establece que un juez mantiene su investidura hasta cumplir los 75 años, salvo que obtenga un nuevo nombramiento con el correspondiente acuerdo del Senado. Al no prever la norma plazo de gracia alguno, el nombramiento debe ser anterior al día en que el magistrado alcance la edad referida; de lo contrario, no habría límite temporal para la realización de ese nuevo nombramiento, con la absurda consecuencia de que el límite etario se tornaría inoperante».
Por tanto, la Corte consideró que Figueroa perdió su investidura judicial el 9 de agosto pasado, el día que cumplió los 75 años. Con Figueroa fuera de Casación, el kirchnerismo pierde una pieza clave en la cámara más importante para el sistema político porque es allí donde se dirimen las causas de corrupción.
La jueza dejó firmado sus votos para los casos Hotesur y el Memorándum de Entendimiento con Irán, dos causas que afectan directamente a Cristina. Se trata de una cámara muy reacia al kirchnerismo, al punto de qué siete de sus integrantes intentaron hasta ayer mismo correr a Figueroa, que solo tuvo el respaldo político de Alejandro Slokar.