Bajo un clima de tensión interna por el saldo de las PASO, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, encabezó el martes la ceremonia de asunción de Gustavo Coria como nuevo ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, tras la eyección de Eugenio Burzaco, devorado por las críticas tras el crimen del ingeniero Mariano Barbieri en Palermo.
Durante la presentación, Coria consideró que «la Ciudad es hoy la segunda capital de América con menor índice de homicidios». «Eso indica que el camino es el correcto, lo que no implica que no tengamos que hacer permanentes acciones de ajustes», argumentó, según replicó La Política Online.
Aunque la sensación en la calle sensibilizada por el asesinato del ingeniero indica lo contrario, se trata de un dato que algunas estadísticas respaldan. Si bien se descuenta la sintonía del flamante funcionario con el alcalde, el ala que responde a Patricia Bullrich argumenta que Jorge Macri, posible sucesor en Uspallata, «acordó con Horacio».
«Jorge no va a nombrar un ministro en la transición por el riesgo de que, ante cualquier cosa, pague un costo sin tener el poder», graficó un macrista en alusión al vencedor de Martín Lousteau en las primarias. En la Legislatura porteña, por otra parte, relativizan el juego que tendrá Larreta para condicionar a Jorge Macri, si resulta electo jefe de Gobierno.
No está claro cuantos legisladores le seguirán respondiendo porque perdió varios lugares en su acuerdo con el radicalismo. De todas maneras, según confiaron desde el macrismo porteño, Larreta no se da por retirado. Reunió a su tropa al día siguiente de las PASO y bajó una consigna contundente: «el proyecto presidencial no se termina acá».