El juicio por YPF continúa y hay novedades que perjudican a la Argentina. Los beneficiarios de este caso, Buford Capital, han presentado ante la jueza de Nueva York, Loretta Preska, un petitorio. El mismo consiste en empezar a embargar al país en 30 días en caso de que no regularicen la deuda o se comuniquen con ellos para acordar un plan de pago.
Los fondos buitres argumentan que desde el Gobierno buscan evitar sentencias dictadas en los Estados Unidos y que hubo «declaraciones públicas de funcionarios de alto nivel que demuestran que no tienen intención de cumplir con la sentencia«. Esta última referencia fue contra el ministro de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, según se ve en el pedido que compartió Sebastián Maril.
El dirigente de Unión por la Patria señaló el pasado 10 de septiembre que «es un fallo en primera instancia, que tiene que pasar por una corte de Apelaciones. La Argentina va a realizar la apelación y después llegará a la Corte Suprema», por lo que todavía el país «no tiene que pagar» lo que determinó la Justicia tras la expropiación de la petrolera durante su gestión en Economía.
«Yo creo que la Argentina tiene altas chances porque el fallo es un absoluto disparate, un absurdo jurídico y tiene motivaciones en un negocio especulativo, con comprar juicios y buscar un tribunal que te va a dar la razón», añadió Kicillof en diálogo con Radio Splendid. De esas declaraciones, se colgaron los fondos buitres para reclamar a la jueza el embargo de activos de Argentina por el juicio de YPF.
Un antecedente
Uno de los embargos más recordados de la historia Argentina es el de la Fragata Libertad el 2 de octubre de 2012 en el puerto de Tema, en Ghana. En aquella ocasión, los fondos buitres querían cobrar papeles de deuda que no entraron en el canje del default de 2001 y tomaron esta medida para forzar el pago. Sin embargo, el 15 de diciembre de ese año, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar le ordenó a Ghana la liberación de la embarcación porque, los buques de guerra no podían ser embargados.
