El mundo del espectáculo se vio alertado por lo que sucedió este último fin de semana con Maxi Guidici, el exparticipante de Gran Hermano que fu internado después de intentar atentar contra su vida. Finalmente, el joven habló en «LAM», el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV.
«Creo que el choque tuvo que ver con que estaba mal. Medio boleado, si bien no había ingerido nada tenía mi cabeza con varias cosas que me estaban afectando», aclaró sobre el accidente de tránsito que protagonizó horas antes de lo sucedido. Por otro lado, se refirió a la separación de Juliana Díaz, la joven a la que conoció en el reality y que hoy forma parte del Bailando.
«Eso me afectó bastante. Ya lo habíamos hablado, pero yo le había dicho de sacar los dos una historia juntos. Lo que pasa es que por una discusión anterior dejamos de hablarnos y ella decidió sacarla. Y yo me di con eso y me fui más boleado todavía. Compré alcohol… Me quería relajar. Y me seguía sintiendo muy nervioso. Así que me tomé una pastilla, un Clonazepam. Y seguí tomando, pero me seguía sintiendo más nervioso», dijo.
«Y es como que se me empezaron a juntar un montón de cosas, frustraciones que ya traía desde hace rato. Quizás el estar al lado de Juli y ver tan de cerca a alguien que estaba viviendo otras cosas, me generaba más frustración. Un sentimiento horrible que, lamentablemente, lo puedo llegar a comparar con cierta envidia…No sé. No me gustaba sentirlo. Y estaba hundiéndome cada vez más en eso. Pero, sobre todo, me hacía sentir mal afectar a otra persona con eso”, reconoció Maxi ante la mirada atenta de Ángel de Brito.
Lo que vivió en estos años
«Mi sueño era poner un hosel en la playa. Hice de todo. Al final pude conseguir un puesto muy bueno en una empresa de seguros, como administrativo, pero estaba todos los días atrás de una computadora y no era lo que quería», comentó y asveró que luego pudo ponerse un hostel en México. «Obviamente, me fundí. Estuve con varados para sostenerme un poco. Y, para recuperarme, me animé a una aventura bastante peligrosa, porque me fui a los Estados Unidos y estuve cuatro meses trabajando ahí. Me sirvió. Pero en el medio de todo eso me doy con el fallecimiento de mi papá y ni siquiera podía venir, así que tuve que hacer el duelo allá”, reveló.
«Y sin querer me di con Gran Hermano. Mi expectativa era decir: ‘De acá en más quería que me salga algo que me entretenga como para poder vivir de eso’. Pero no tenía nada definido. Siempre me gustó la comedia pero nunca lo vi como algo cercano. Después de que salí de la casa me di con toda la euforia. Pero no sabía como manejarme. Así que me empecé a desesperar un poco y, después, esa desesperación se fue transformando en frustración», finalizó.