Mientras la inflación ronda el 12% mensual, porcentaje que se hace sentir en los bolsillos de los argentinos, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto para sancionar al dictador chileno Augusto Pinochet. De esta manera, el jefe de Estado sigue enfocado en acciones que no son urgentes para salvaguardar el bienestar de los ciudadanos, a la vez que hace cada vez menos apariciones en público.
La portavoz presidencial Gabriela Cerruti anunció la firma del decreto este miércoles, en una conferencia que duró menos de tres minutos. En ella, se explica que, en el marco de los 50 años del golpe de Estado en Chile y los 40 años de democracia en Argentina, el país decidió sacarle las condecoraciones al dictador. Al mismo tiempo, lanzó un mensaje contra el negacionismo, lo que significa una indirecta para el partido de Javier Milei.
«El presidente ha firmado el Decreto 455 mediante el cual se le cancela a Augusto Pinochet y a sus derechohabientes el derecho a usar las insignias Orden de Mayo y Orden del Libertador San Martín, oportunamente otorgadas», detalla la vocera. «Augusto Pinochet no es merecedor de la gratitud argentina, pues es alguien que ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana», argumenta.
A sólo dos días del homenaje que realizó la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel a las «víctimas del terrorismo» asesinadas por las guerrillas, no es casual este movimiento político que podría haberse realizado días, meses e incluso años atrás. «Tenemos que seguir luchando contra el negacionismo, contra el olvido y contra los intentos de impunidad», cerró.
De fondo, una Argentina en crisis
En unos días, el Indec publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que detalla el porcentaje de inflación mensual, interanual y los detalles de los aumentos en los rubros y regiones. La devaluación del 22% que impuso el ministro de Economía Sergio Massa después de las PASO dificultó notablemente la accesibilidad de alimentos y productos básicos, en medio de una situación ya crítica desde hace tiempo.
Por lo tanto, mientras 4 de cada 10 argentinos es pobre y una buena parte de la población no tiene empleo formal, el Poder Ejecutivo no acciona sobre la emergencia, sino sobre la conveniencia. Aun así, los datos no mienten; el porcentaje de inflación de dos dígitos mensual ya toca las puertas del Palacio de Hacienda.