Ricardo Alfonsín, embajador argentino en España, volvió a insistir en votar a Sergio Massa y advirtió a los argentinos que elegir a Juntos por el Cambio sería una equivocación. En ese marco, Alfonsín cuestionó a la coalición opositora por no votar a favor de la quita del impuesto a las Ganancias a empleados en relación de dependencia y jubilados y los acusó de estar en contra de los sectores populares.
«¿También de esto estará en contra la oposición de derecha? Puede ser, porque para ella todo lo que beneficie a los sectores populares, es ‘populismo’. Por eso votó en contra de la eliminación de la cuarta categoría. No nos equivoquemos», disparó Alfonsín desde su cuenta personal de Twitter.
Las declaraciones de Alfonsín reflejan su firme apoyo a Sergio Massa, líder del partido «Unión por la Patria», y su creencia de que votar a «Juntos por el Cambio» sería una equivocación. Estas afirmaciones han avivado la conversación sobre las diferentes direcciones que podría tomar el radicalismo, en caso de una derrota de JxC en las elecciones generales del 22 de octubre.
De qué se trata la ayuda estatal a trabajadores informales que celebró Alfonsín
El hijo del expresidente, Raúl Alfonsín, festejó el último bono de $94.000 en dos cuotas de $47.000 que otorgó el Gobierno argentino a trabajadores del sector informal. En ese sentido, se sintió orgulloso que su partido apoye a los sectores populares. En días anteriores Mauricio Macri había cuestionado a los radicales por apoyar las medidas del kirchnerismo.
Este bono no llevará el nombre de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), pero seguirá centrándose en los trabajadores no registrados, quienes, según Massa, están dentro de la fuerza productiva del país, pero fuera del sistema económico formal. Se estima que alrededor de 2.600.000 personas serán beneficiarias de este programa, y la inscripción estará disponible a partir del 27 de septiembre en la página de ANSES.
El depósito de los dos bonos de $47,000 se realizará entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre. Para ser elegible, los solicitantes deben tener entre 18 y 64 años, no contar con un trabajo formal o en relación de dependencia, y no estar cubiertos por ninguna prestación o asistencia del estado. El dinero se depositará en una cuenta bancaria.
Aunque esta medida busca aliviar la situación de los trabajadores informales, se espera que tenga un costo fiscal de alrededor de $250.000 millones, y se financiará a través de un anticipo de ganancias a bancos y compañías financieras que se beneficiaron de la devaluación impuesta por el FMI. Lo cierto es que será una fuente de financiación temporal, ya que el próximo gobierno deberá resolverlo con otro impuesto o bajando el gasto público.
