El tiempo pasó volando y Pamela David lo dejó en claro hablando de la evolución que tuvieron sus hijos: Felipe y Lola. A pesar de vivir con felicidad su rol en la crianza, la animadora de América TV también se sinceró sobre sus miedos e inseguridades en un reportaje.
“Siento que los dos crecieron y me dan menos trabajo. Como mucho, corrijo que Lola sepa las tablas, pero con Feli ya no”, empezó relatando Pamela David en diálogo con Gente. Además, señaló: “Feli está grande, me fijo porque tengo abierto el classroom de los dos en mi celular, para que entreguen las tareas”.
Y remarcó: “Pero no es que lo hago todos los días, no soy obsesiva. Cada tanto hago alguna pasadita, para ver que esté todo en orden”. “Con Daniel somos muy presentes, entonces hoy sentimos que están dando sus pasos dentro de los límites que les marcamos”, aseguró Pamela David.
Su definición
“Soy re culposa. He pasado por un montón de etapas. Es muy gracioso porque pasé de no poner límites, porque se me estruja el corazón, a darme cuenta de que si se los pones, le haces un favor. Cada vez que me puse firme con alguno, después te lo agradecen con amor”, admitió Pamela David sobre su debilidad en ese aspecto.
Y explicó su argumento: “Al principio, obviamente, pueden resongar y una reniega también. Todos tenemos nuestros momentos. No es que porque medite estoy siempre en eje. Me cuestiono como mamá: qué estoy haciendo, si está bien o está mal. Si me tengo que definir, soy una mamá muy amorosa. Soy de las que abraza y besa, y ellos están acostumbrados.
Por último, Pamela David aseguró que la madurez la hizo apreciar su presente: “Hoy lo disfruto, hoy me siento bien. Porque también me siento más madura y con una experiencia que si me preguntabas hace tres años atrás te decía que estaba desbordada. Hoy me paro desde otro lugar. Soy menos exigente y más compasiva conmigo misma”.