Durante muchos años, Natalia Pastorutti acompañó a su hermana, Soledad Pastorutti, en una carrera realmente plagada de éxitos, con la que logró el reconocimiento de la gente que la sigue desde hace tiempo. Esta vez, dio que hablar con lo que contó en “Noche Al Dente”, el programa que lleva adelante Fernando Dente en América TV.
“¿Te quedaba cómodo el lugar de acompañar a Soledad?”, le preguntó el presentador. “Es la primera pregunta que siempre me hacen. A veces la gente no comprendía cómo era. Siempre cuento la historia: mi papá era mecánico, mi mamá ama de casa, y nosotros dos, las dos hermanitas que siempre hacíamos juntas todo”, sostuvo.
“Y bueno, después se dio la oportunidad de cantar, de subir al escenario del festival de Cosquín y Sole hacerse conocida. Creo que funcionábamos como familia así. Y cada uno ocupaba el lugar que más cómodo le quedaba, el que sentía que podía hacerlo mejor. Y yo siempre lo disfruté y siempre dije que fui una agradecida de poder acompañar a mi hermana”, afirmó Natalia Pastorutti.
“Y fueron veintipico de años que la acompañé, cada fin de semana y recorrer el país. La Argentina es enorme, uno no lo puede descubrir porque hay tantos pueblos, tantas ciudades, la gente es tan distinta, inclusive en mi propia provincia: los de Santa Fe del sur son distintos a los del norte”, reveló. “Hay costumbres, comidas distintas… Y siempre fui una agradecida de eso. Por eso explico desde ese lugar mi postura”, dijo.
Su determinación
“Hay una postura social del exitismo, acerca de quién va primero, quien va segundo, quien toma el centro. Y hay muchas veces que no todo el mundo quiere ser todo el tiempo el del cumpleaños, el de la fiesta de 15?, aclaró en ese momento Fernando Dente, mientras que ella decidió darle la razón sobre esto.
“Claro, tal cual. Porque tenemos personalidades distintas, gustos distintos. Una de las cosas que más me propuse, sobre todo después de ser mamá, es de disfrutar todo lo que estoy haciendo. Y por eso es que me animé a hacer mi carrera como solista”, afirmó Natalia sobre la determinación que tomó.
“Uno se va poniendo más grande y sentí que hay que disfrutar, hacer lo que a uno le gusta. Porque las oportunidades en la vida no se dan siempre, algo que siempre decía mi papá. Quería hacer lo que me más gustaba, en lo que me sienta cómoda, y no sufrir. Y a veces, estar todo el tiempo expuesto, no es fácil. La gente a veces no lo comprende porque ve lo lindo de todo, pero detrás siempre hay mucho sacrificio, mucho trabajo. Y a veces eso es muy difícil”, finalizó.