Un reciente informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló que las ventas minoristas de las pymes continuaron en descenso durante agosto, marcando así 8 meses consecutivos de caída. La disminución interanual alcanzó el 4.1%, y en el período de enero a agosto de este año, se registró una baja acumulada del 2.6%.
De acuerdo a datos de CAME, en términos mensuales, las ventas minoristas también experimentaron una reducción del 0.5% con respecto a julio. El mes de agosto presentó desafíos significativos para el sector comercial, ya que tuvo que adaptarse a una dinámica de precios afectada por los impactos iniciales del mercado paralelo del dólar y, posteriormente, por la devaluación de la moneda oficial tras las PASO presidenciales que ejerció el equipo de Sergio Massa.
En agosto, seis de los siete rubros analizados mostraron caídas interanuales en sus ventas. La mayor retracción se registró en el sector de Alimentos y Bebidas (-6.6%), mientras que el único rubro que experimentó un aumento fue Calzado y Marroquinería (+0.8%). La situación no fue favorable para otros productos y servicios que se vieron afectados.
Otros sectores, como Bazar, Decoración, Textiles para el Hogar y Muebles, reportaron una caída del 3.5% anual en agosto, a precios constantes. Farmacia retrocedió un 2.6%, Perfumería un 2.1%, Ferretería, Materiales Eléctricos y Materiales de Construcción bajaron un 5%, y Textil e Indumentaria un 1.3%. El relevamiento se realizó entre el 4 y el 8 de septiembre y se basó en datos de 1,252 comercios minoristas en todo el país.
Alimentos y bebidas: el rubro más afectado en las pymes
Durante el mes de agosto, las ventas de alimentos y bebidas disminuyeron un 6,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, considerando los precios constantes. Además, en los primeros ocho meses de este año, las ventas han caído un 1,9% en comparación con el mismo período del año 2022. En términos mensuales, las ventas cayeron un 2,3%.
Esto se debe a que la demanda de productos se mantuvo prácticamente estancada. Las personas solo compraron lo esencial, buscaron descuentos y optaron por cambiar de marcas para contrarrestar los aumentos de precios. Además, los disturbios y actos de vandalismo que ocurrieron después de las elecciones PASO generaron un clima de temor que llevó al cierre temporal o la reducción de horarios de funcionamiento de muchas tiendas durante varios días. Esto tuvo un efecto negativo en las ventas de estos establecimientos.
Las cifras reflejan un panorama económico desafiante, con una disminución constante en las ventas durante el año, exacerbada por la incertidumbre política y los disturbios posteriores a las elecciones. Las personas han adoptado un enfoque más conservador en sus compras, priorizando necesidades básicas y buscando maneras de ahorrar dinero. Las empresas se ven afectadas por estos cambios en el comportamiento del consumidor y enfrentan obstáculos adicionales debido a la inestabilidad política.