Efectivos de la Policía Federal inspeccionaron este domingo la Casa Rosada por una amenaza de bomba surgida, pero finalmente se trató de una falsa alarma. La advertencia se realizó en medio de la realización de las elecciones generales, mientras millones de ciudadanos, entre ellos los dirigentes políticos, se acercaban a sufragar en las escuelas
Fuentes policiales informaron a la agencia de noticias NA que la advertencia se produjo mediante un llamado al 911. Por dicho motivo, se activó el protocolo habitual en este tipo de situaciones. Personal de la Brigada Antiexplosivos y de Bomberos de la Policía Federal trabajó en la Casa de Gobierno. Allí, determinaron si había algún paquete sospechoso dentro del edificio, algo que finalmente no hallaron.
«Con referencia al supuesto artefacto explosivo en la Casa Rosada, se llevó a cabo el protocolo de rigor y resultó ser una falsa alarma», señalaron voceros policiales a NA. También confirmó la amenaza el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, que se realizó a pocos minutos de cerrarse los comicios.
La Casa Rosada se sumó a las amenazas
La amenaza en Casa Rosada se suma a al menos cuatro, todas efectuadas en la última semana. El viernes a la mañana, Aeroparque sufrió una amenaza que provocó la demora de parte de los vuelos de Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jet Smart. Para confirmar que fue falsa, se llevó a cabo un importante operativo policial que obligó a evacuar la zona de preembarque.
Un día antes, Antibombas y la PFA inspeccionaron el edificio de la AMIA por el mismo motivo. El miércoles también habían llegado por correo electrónico amenazasen las embajadas de Israel y Estados Unidos. En los tres casos la pesquisa fue negativa. Las amenazas de la última semana, que fueron denunciadas en un contexto de tensión por el conflicto entre Israel y Hamás, se sumaron a la de hoy, que llega en medio de un clima de expectativa y ansiedad por las elecciones.
La última advertencia a la Casa Rosada fue en las PASO de agosto. La Casa de Gobierno recibió una amenaza de bomba proveniente de un llamado a la Policía de la Ciudad justo después de que finalizaran las elecciones. El edificio tuvo que ser evacuado luego de que un hombre se hiciera pasar por personal de seguridad del recinto.