En Argentina, la cotización del dólar ha sido históricamente un tema de gran interés y preocupación debido a la volatilidad económica del país que conduce económicamente Sergio Massa. La moneda argentina ha enfrentado devaluaciones significativas a lo largo de los años y lo que resultaría sólo un dato estadístico -la pizarra de las casas de cambio-, se la convertido en un parámetro que más que el precio de la moneda extranjera sirve para medir el costo social que pagan los argentinos.
Una de las pulseadas políticas reiteradas de los gobiernos ha sido precisamente el control de la cotización del dólar, con medidas que han ido desde controles de cambio y restricciones a la compra de divisas extranjeras, pasando por disimulados «corralitos» para mantener al billete norteamericano en manos del sistema bancario. Estos controles han llevado a la existencia de un mercado paralelo o mercado negro, donde el dólar se cotiza a un precio diferente al oficial. Esta situación ha creado brechas significativas entre la tasa de cambio oficial y la tasa en el mercado paralelo.
Esa cotización del dólar en los días presentes experimenta las vicisitudes propias de un momento álgido de la economía argentina. Los ciudadanos miran al dólar como el fiel que mide su situación en la economía, siendo que en realidad la cotización de las pizarras obedece a variables que mayormente están lejos del conocimiento general.
Dólar y contexto electoral
El contexto en que se celebrarán las elecciones del próximo domingo es precisamente un ejemplo claro de la influencia de la política en la cotización. Con un dólar que viene dando brincos sorprendentes a veces de un día para el otro y que ha cuantificado su valor desde los lejanos $65 pesos a los más de $1000 por unidad, hoy de pronto parece haberse estabilizado según lo marcan los titulares de la prensa.
El periodismo y el dólar
Aquí es donde se juega su partida el otro factor de poder que es el periodismo, que hoy es quien está «cotizando» a la moneda estadounidense, ya que una pasada de revista por los titulares dará la impresión de una cotización estable y dentro de ese rango habrá más o menos porcentajes que cuando el ciudadano acude con sus pesos argentinos a comprarlos en las casas de cambio, en los «arbolitos» o en las «cuevas» de la city, comprueba que los diarios le estarían vendiendo una fantasía.
El dólar que promocionan los periódicos bien podría catalogarse incluso como una «Fake news«, porque el mayorista que se promociona a $970 en la realidad se operó a $990 y con muy poco volumen de operaciones, por ejemplo. En la calle, como se adelantó, supera en todas partes los $ 1000.
Se trataría obviamente de una operación de prensa de gran escala, donde los medios estarían manipulando el precio y con ello el ánimo de los ciudadanos, no cabría otra cosa que pensar que habría una intervención económica -¿pauta?- del gobierno nacional para captar y/o mantener a la masa votante, cuando en realidad hoy el mercado de la divisa extranjera está detenido.
Independientemente de a quien se apoye, pareciera que ninguno de los grandes diarios estaría siendo imparcial. Portales como Ámbito que pertenece al Grupo Indalo y cercano al gobierno, bajó y estaría «pisando» la cotización del dólar, mientras que «Dolarhoy», adjudicado a Ramiro Marra lo sitúa arriba de los $ 1000. Ergo, ninguno de los dos estaría siendo creíble, porque ambos tienen intereses políticos que dependen del número que muestran las pizarras.
Prueba de que «algo raro está ocurriendo» es que los Portales como «Finanzasargy» publica un precio de $ 1050. No existe memoria de una disimilitud semejante en materia de cotización del dólar. En Binance el dólar se vende a $1030. Es como si ahora existiese el dólar Blue del dólar Blue. Luego, tampoco puede existir un precio confiable cuando las «cuevas» han sido allanadas y casi ninguna está operando.
El corralito del dólar Crypto
Todavía más, se habría montado incluso un «corralito» encubierto, ya que los pequeños ahorristas que invirtieron en los últimos días en el «dólar crypto«, se encuentran con una Circular de las últimas horas por las cuales no podrán retirar los billetes sino hasta dentro de seis meses. La única forma de utilizar esos dólares virtuales es realizar alguna operación desde la plataforma, pero el billete a la calle no vuelve.
Traducido todo esto al modo sufragio, sería la primera vez en la historia democrática del país que una realidad propia del multiverso, algo intangible como una cotización, tendría la capacidad de influir en un resultado electoral. Lo cual representaría un adiós a la política tal como se la ha conocido hasta ahora.
Como nunca vienen ajustadas aquellas palabras del General Perón: «La única verdad es la realidad»