Sergio Massa, candidato a presidente de Unión por la Patria, afirmó que el subsidio a la tarjeta SUBE no debe eliminarse, ya que significa un «salario indirecto» para los viajeros, es decir, un ahorro para el bolsillo. En sentido, Massa dijo que su enfoque es garantizar que los sectores más vulnerables sigan teniendo acceso a un transporte asequible a diferencia de las propuestas de Patricia Bullrich y Javier Milei.
«Lo que hicimos fue bajar a la realidad lo que dicen (Patricia) Bullrich y (Javier) Milei en los medios. Ellos dicen le vamos a sacar el subsidio a la gente y nosotros decimos que no hay que sacar subsidio, porque es salario indirecto. En todo caso lo que tenemos que hacer es enfocarlo en los sectores más vulnerables, que son los que más lo necesitan», argumentó Massa en declaraciones citadas por la agencia NA.
«Nosotros planteamos un boleto de colectivo con subsidio. La resolución del Ministerio de Transporte le dice a la gente que el boleto que plantea Massa es de $60 y $72. En cambio, el boleto que plantean Bullrich y Milei es de $700 para el colectivo y $1.110 para el tren. Por eso, si nosotros ganamos la elección, ambos servicios van a seguir teniendo subsidio», arremetió el abogado y ministro de Economía.
«La Argentina necesita más ferrocarril y el corredor bioceánico. Necesita más inversión en vías para aumentar la capacidad de transporte porque además eso baja el costo logístico», explicó el extitular de la Anses. El debate político sobre los subsidios del Estado vuelven a ser un tema de discusión en la agenda política.
El Gobierno propuso a partir del viernes en la página web de la tarjeta SUBE un formulario para los que quieran optar voluntariamente por la opción de no recibir el subsidio. Desde la oposición consideraron esta medida como una estigmatización hacia los votantes de Milei que si bien no están a favor del subsidio, al pagar impuestos deberían estar en pleno derecho de acceder del beneficio.
¿Qué dicen los libertarios con respecto a la posición de Massa?
Desde los libertarios consideran que todo gasto que hace el Estado en subsidios es inmoral porque el financiamiento proviene de impuestos, deuda o emisión monetaria, tres variantes que afectan directa o indirectamente al sector privado. Por eso, proponen un sistema de quita de subsidios junto a un paquete de baja de impuestos para empresas e individuos para que le costo de la suba de la tarifa no repercuta fuertemente en el salario.
Esta polarización refleja las tensiones fundamentales en torno a la política económica en el país, y plantea preguntas importantes sobre cómo equilibrar las necesidades sociales con la responsabilidad fiscal en un contexto político altamente divisivo.