Sin lugar a dudas, una de las personalidades que más está dando que hablar en la farándula argentina es nada más y nada menos que Fátima Florez, la reconocida actriz y comediante que se encuentra en pareja actualmente con Javier Milei, el candidato a presidente de La Libertad Avanza.
Pero además, se encuentra en el centro de la escena debido a su separación del productor teatral Norberto Marcos, con quien estuvo en pareja durante aproximadamente 20 años. En una nota con LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito en América TV, le preguntaron cómo se encuentra en torno a esto.
“Mirá, yo no tengo una inquietud de nada, lo que sí las personas encargadas de que esté todo claro y ordenado, a quién no le gusta tener las cosas claras y ordenadas, me parece que a todo el mundo le gusta tener ordenado y claro todo», comenzó manifestando Fátima Florez en el móvil que le hicieron.
“¿Con Norberto pudieron entrar en diálogo o todo a través de abogados?», indagó. “Se tienen que encargar las personas correspondientes. Yo no entiendo mucho del caso, por eso hay gente ocupándose. Fuimos una pareja y como a cualquier pareja le puede pasar, se terminó. Es de hace rato, no es de ahora. Después vamos a tratar que todo lo otro, por respeto, quede puertas adentro. Si no ya es una locura», aseveró.
Lo que contaron
Cabe recordar que Ángel de Brito habló sobre los pormenores de este conflicto. “Hubo una audiencia de mediación entre las dos partes para dividir el patrimonio, lo que había. El tema es qué había y qué no aparece. Norberto pide el 50 por ciento de todo lo facturado mientras estuvieron juntos: toda la temporada de teatro, contratos televisivos, publicidades, eventos privados, todo eso lo administraba él, o sea él sabe cuánto dinero se cobró en cada una de esas situaciones, él lo sabe”, dijo.
“Ahora Fátima desconoce los detalles, porque no manejaba nada. Me contaba hoy que ni la luz pagaba, como las grandes estrellas no tocaba el dinero. Se encargaba él, confiaba, era su pareja. Venían ya a los tiros hacía un tiempo, pero ya no era solo lo laboral sino también lo personal. Él le decía todo que no, le digitaba todo lo que tenía que hacer», finalizó.