A pocos días de las elecciones presidenciales en Argentina, el ministro de Transporte, Diego Giuliano, anunció que las personas que utilicen el transporte público podrán renunciar al subsidio en sus tarifas. Esto quiere decir que pasarán a pagar la tarifa plena del boleto de manera automática, en una decisión provocadora para los votantes de Javier Milei.
El dirigente del Gobierno nacional explicó que la alternativa estará disponible para 5 millones de usuarios de colectivos y trenes de jurisdiccional nacional que se movilizan por AMBA y las 53 localidades con SUBE. En caso de renunciar a las ayudas del Estado, los pasajeros pagarán cerca de $1.100 el boleto de tren y unos $700 el de colectivo en promedio.
Desde el viernes 20 de octubre estará el formulario disponible para completar únicamente en la web y a partir del viernes 27 de octubre se pondrá en marcha de manera automática el cobro para quienes decidieron renunciar al subsidio. Cabe señalar que se podrá solicitar pagar la tarifa plena sin subsidio a los conductores de colectivo también.
«Quienes están de acuerdo con la política de no subsidios, deberían renunciar, les damos esa oportunidad», ironizó Giuliano, en conferencia, según NA. Allí habló directamente de las propuestas de Patricia Bullrich y Javier Milei, dos candidatos a presidente que están en favor de recortar al máximo posible el gasto estatal, incluyendo menos subsidios en este ámbito también.
Por otra parte, le preguntaron al ministro de Transporte si la no renuncia al subsidio alteraría la posibilidad de acceder al dólar ahorro, como sucedió en Energía: «No hay una vinculación entre la compra de dólares y la renuncia del subsidio en este momento. Estamos en un régimen totalmente optativo, opcional. El subsidio universal no se modifica, lo que sí se modifica es la capacidad de optar para quien no desea tener subsidio», contestó.
Desde el Ministerio aseguran que esta decisión no tendrá un gran efecto económico, sino que la tomaron para que la sociedad conozca cuánto vale realmente el boleto sin la intervención estatal. Que esta medida llegue en medio de los cierres de campaña y con la posibilidad de una segunda vuelta cada vez más presente, será una provocación para los votantes del ala liberal.