El presidente, Alberto Fernández, compartió detalles reveladores sobre su encuentro con el presidente electo, Javier Milei, marcando el inicio de la transición institucional. Fernández expresó su preocupación por la posición de Milei respecto a la política exterior de la Argentina, especialmente sus comentarios sobre Brasil y China durante la campaña. El mandatario señaló: «Le he advertido mi mirada sobre cómo geopolíticamente nuestro país está parado en el mundo y los riesgos que significan las miradas que él ha planteado».
En la charla con el diario El País de España, Fernández calificó las ideas de Milei como «menemismo puro», destacando la priorización del déficit fiscal y la posible venta de empresas estatales. El presidente recordó las consecuencias negativas de políticas similares en el pasado y expresó su esperanza de que la Argentina no repita esos errores.
«Él básicamente entiende que todo el problema se concentra en el déficit fiscal, que hay que bajarlo drásticamente, que para eso hay que dejar de hacer obra pública, de invertir en educación y en salud y, si no alcanza el dinero, hay que vender las empresas del Estado. Esto es menemismo puro. Él reivindica mucho a [Carlos] Menem (1989-1999). Nosotros ese tiempo ya lo hemos vivido y las consecuencias no fueron buenas», argumentó el exjefe de Gabinete nacional.
Por otro lado, el presidente saliente habló sobre las nuevas relaciones internacionales que tendrá la Argentina con Milei y pidió que sean en función del interés nacional: «Llamar a Lula comunista es cuanto menos llamativo. Podemos hablar con Joe Biden, con Putin, con Xi Jinping o con Pedro Sánchez, y no quisiéramos perder esa libertad».
Con respecto a la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, el docente y abogado comentó: «Quiero creer que ella, siendo vicepresidenta, no seguirá teniendo una mirada negacionista de lo que fue la mayor tragedia argentina. Entiendo que viene de una familia militar y que debe haber vivido esa situación como una tragedia personal. Descubrir que se ha vivido entre torturadores, asesinos y desaparecedores de gente debe ser muy traumático para cualquiera, pero no puede negarse semejante cosa».
El enojo de Alberto Fernández con Mauricio Macri
«Es un caradura. Macri debería llamarse a silencio. Su honestidad en este mismo despacho la puedo poner en tela de juicio por muchas cosas y estoy esperando que responda ante la Justicia por varias causas por las que la Justicia todavía no lo citó», sentenció el dirigente peronista de 64 años y actual presidente del Partido Justicialista nacional.
