Una vez más, Cristina Pérez volvió a la carga en su programa de Radio Rivadavia denomina «Cristina Sin Vueltas», donde hizo referencia a la todavía vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Delante del público que la sigue a diario, la también comunicadora que se desempeña en Telefe, se mostró contundente.
«Cristina Kirchner quiere dejar condicionada a la Corte Suprema antes de irse del poder. Casi como una admisión de que el objetivo máximo de este gobierno fue asegurar su impunidad, la vicepresidenta intenta hasta último momento que la Comisión de Juicio Político de Diputados emita dictamen acusatorio contra cuatro jueces del Máximo Tribunal. En las últimas horas llegaron a cambiar la integración de la comisión para asegurarse los 16 votos que les permitan avanzar. Salieron dos diputados massistas y entraron dos kirchneristas que se suman a otras cuatro modificaciones para no tener fisuras. Tienen que ser expertos en lectura rápida para asimilar las dos mil páginas de acusaciones y votar», comenzó diciendo.
«Cristina busca dejarle el campo minado a la Corte, aunque sabe que no tiene los votos en el recinto para avanzar con la iniciativa. Pero el dictamen le permitiría que quedara latente un botón rojo, una especie de espada de Damocles cerniéndose sobre los supremos durante todo el año en que la iniciativa conserve estado parlamentario. Cristina sabe que el Congreso será un escenario de contienda permanente del nuevo gobierno para intentar lograr mayorías y que si la gobernabilidad fallara sería el eje de gravedad del poder», afirmó la periodista.
Dispuesta a decir todo lo que piensa, Cristina Pérez fue por más. «En paralelo, kirchneristas de paladar negro en el Senado buscan quedarse con la presidencia provisional. Cristina hace de policía bueno pidiendo respetar la tradición de darle ese lugar al gobierno electo, pero Jose Mayans, un senador fiel a la señora, reclama con voracidad ese lugar en la línea de sucesión y hasta la administración de la Cámara Alta. El plan destituyente está a la vista, y el Club del Helicóptero no oculta sus intenciones», lanzó.
«Por eso resulta clave a quién designe el Presidente electo en ese lugar. Se mencionó a Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti. Eso no sólo consolidaría la alianza de Milei con el mandatario cordobés que ya tiene lugares claves para sus hombres en la nueva administración, sino que sería un puente hacia el peronismo. Está claro que el libertario no quiere depender sólo del PRO, pero además que con el PRO no le alcanza. Necesita hacer pie en el peronismo y en ese sentido también debe leerse la continuidad de Daniel Scioli como embajador en Brasil. En un peronismo sin liderazgo claro, y siendo un movimiento cuyo campo magnético es el poder, muchos se sentirían tentados de darle masa crítica al nuevo gobierno. Eso es lo que quiere evitar Cristina», analizó la conductora.
«También en este sentido hay que leer las tensiones en Diputados en torno de quien ocupará la presidencia de la Cámara. Los nombres de peronistas como Martin Menem y Florencio Randazzo pertenecen a la misma partitura. Por algo Cristina Kirchner buscó cerrarle el camino a su exministro de Transporte. Ella sabe que Milei está buscando partir el peronismo y que no le será tan fácil a ella liderar desde el llano ni forzar el liderazgo de Axel Kicillof. Quedarán vacantes las presidencias del PJ a nivel nacional y en la provincia después de la derrota electoral como dejó en evidencia el pedido de renuncia del intendente Fernando Grey. Javier Milei ha insistido en varias entrevistas recientes en que él no es gorila como Macri. Quien quiere entender que entienda», apuntó.
Para finalizar con su análisis, dejó frases contundentes. «Cristina Kirchner, que alguna vez se asumió como casta política busca dejar en claro con sus ampulosos ademanes de poder residual, que la casta no tiene miedo, como decía en un discurso en La Plata, el año pasado, muy enojada. En aquel entonces era inimaginable que Milei ganara las elecciones. Si al libertario le va bien, a ella se le viene la noche. Por eso busca hasta el último minuto del mandato, dejar un campo minado, para la gobernabilidad y para la justicia. Tal vez en el fondo, algo de miedo tiene», sentenció Pérez.