La petrolera YPF, controlada por el Estado argentino, reportó pérdidas de 137 millones de dólares en el tercer trimestre, mientras la empresa se vio afectada por una caída en los precios locales de combustibles en dólares y aumento de los gastos, según expresaron este miércoles desde la compañía en un comunicado.
Las pérdidas se comparan con unas ganancias de 693 millones de dólares que la empresa registró el mismo periodo del año anterior, y muy por debajo de la previsión de analistas de LSEG de unos 175 millones de dólares de utilidad neta. YPF agregó que tuvo ingresos por 4.504 millones de dólares en el período entre julio y septiembre, un 15.9% por debajo de los 5.357 millones de dólares que tuvo en el mismo trimestre del 2022.
Su beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) se situó en 992 millones de dólares, un 37,2% por debajo del registrado en el mismo período un año antes, afectado por los precios locales de los combustibles, altamente controlados por el Gobierno.
La tasa de inflación, que ronda el 140% anual y está en su punto más alto desde principios de los 90 en el país, también ha llevado a un aumento de los costos operativos que en el trimestre alcanzaron los 1.586 millones de dólares, un aumento cercano al 11% interanual, informó Reuters.
Poco crecimiento
«El sólido crecimiento interanual de la producción de crudo continúa impulsando oportunidades a mediano plazo, a pesar de una leve caída en los resultados del trimestre», señaló la compañía en el comunicado. La producción total de la empresa creció un 3% respecto al año anterior, con el petróleo un 5.4% arriba, aunque registrando un descenso del 1.7% con respecto al trimestre previo.
El crecimiento interanual en la producción de crudo no convencional fue del 19,8% y el del gas no convencional de un 6,5% respecto del mismo trimestre del año anterior. YPF cuenta con el liderazgo en la formación Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo, donde señaló que continúa trabajando para «eliminar los cuellos de botella que genera la continua expansión de la formación».
