Una de las empresas de lácteos más conocidas del país, Sancor, ha confirmado el cierre de su planta de producción de quesos blandos en San Guillermo, Santa Fe, debido a un prolongado conflicto sindical que ha afectado su capacidad de producción durante más de un mes y medio. La fábrica había reanudado sus operaciones en junio de este año después de tres años de inactividad por falta de materia prima.
De acuerdo a datos de la Agencia NA, a pesar de haber llegado a procesar más de 3 millones de litros diarios, SanCor experimentó una crisis y posterior reestructuración, reduciendo su relevancia de 14 plantas industriales a 6. La planta de San Guillermo, con una capacidad instalada de 180 toneladas mensuales, se encontraba procesando entre 60,000 y 70,000 litros diarios hasta mediados de octubre, cuando un conflicto sindical protagonizado por el sindicato lácteo (Atilra) generó problemas en la producción y faltantes en las góndolas.
ATILRA ha realizado asambleas de 4 a 6 horas diarias desde el 18 de octubre, reduciendo significativamente la actividad y generando inconvenientes en la producción. SanCor ha emitido un comunicado expresando su difícil situación, destacando la parálisis de la producción y acusando al sindicato de atentar contra la libertad de la cooperativa y los empleados. La empresa antes de cerrar la planta había revelado la necesidad de desechar leche y derivar materia prima a otros destinos.
La propuesta de SanCor para regularizar los salarios fue rechazada por el gremio, llevando a los trabajadores a realizar asambleas informativas con paradas técnicas de varias horas diarias desde hace un mes y medio. La cooperativa ofreció desdoblar el pago del aguinaldo en dos cuotas, pero el conflicto persistió.
ATILRA, por su parte, alega que SanCor se encuentra al borde de la quiebra debido a numerosas deudas y planea presentar denuncias penales por evasión fiscal y demandas laborales por deudas reconocidas por las autoridades de SanCor ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. La situación evidencia una crisis profunda en el sector lácteo argentino, con consecuencias económicas y laborales significativas.
Un conflicto no atendido por el Gobierno nacional
A pesar del cierre definitivo de la planta, SanCor asegura estar lejos de la quiebra a nivel nacional y desmiente deudas millonarias en dólares, explorando alternativas con otros interesados en participar en la operación industrial y comercial. Por ahora, desde el Gobierno nacional no han intervenido en el conflicto entre la empresa y el gremio.
