Georgina Barbarossa siempre compartió una relación más que amistosa con Carmen Barbieri. En este sentido, la actriz se refirió a la supuesta competencia que se entabló entre ambas. Cabe destacar, que recientemente ambas pasaron por la temporada teatral para ver los diferentes estrenos. Finalmente, la conductora de «A la Barbarossa», aseguró que se alegra por el lugar de su amiga en la televisión.
A través de una entrevista con el diario «La Nación», Georgina Barbarrossa detalló los detalles de su amistad con Carmen. En este aspecto, expresó: «Me parece genial, le dije vayamos a tomar el té o algo juntas. Porque van a decir que estamos peleadas. Nunca nos peleamos en la vida con Carmen, nunca. Estoy contentísima que tenga su espacio, porque se lo merece. Porque es una trabajadora y una mujer hipertalentosa, así que no es usual que estemos trabajando. No hay trabajo para los artistas», aseguró.
Por último, Georgina Barbarossa habló de su mirada sobre el país y la política. Además, manifestó: «Yo no me meto nunca en política porque no me gusta. Me han ofrecido cargos, tanto de un partido como del otro. Y jamás me he metido porque no me gusta la política. He amado a Raúl Alfonsín, que me parece el líder por excelencia. Es el padre de la democracia, un hombre impecable, pero después no tuve ningún líder», concluyó.
Georgina Barbarossa habló entusiasmada sobre el nacimiento de Julia
A través de la misma entrevista, Georgina Barbarossa habló sobre el esperado nacimiento de Julia. En este aspecto, la actriz expresó: «Cuando se casó Juan me dijo: “Llega a parecer un periodista o un fotógrafo y te matamos, vieja”. Así que hasta ahora no podía decir nada, pero es una emoción increíble. Al principio la podemos ir a ver muy poquitito», comenzó declarando.
Por otro lado, Georgina Barbarossa no pudo ocultar sus ganas de estar todo el tiempo con su nieta: «Los padres ahora no quieren que les estén encima. Quieren que los primeros días los bebés estén con ellos. Que sientan su olorcito, su calorcito, que le escuchen la voz y todas esas cosas de piel. Hay que respetarlo, a pesar de mi ansiedad de abuelita, de ganas de estrujarla, morderla, besarla, agarrarle los cachetes. Me tienen tan mesurada que me desconozco», aseguró.