Contundente, directa y sin filtro alguno. De esta manera es como volvió a mostrarse nada más y nada menos que Cristina Pérez, una de las periodistas más importantes de su generación, que ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño de la gente que la sigue tanto en Telefe, como así también en Radio Rivadavia.
Fue en la mencionada emisora donde se encargó de dejar un fuerte editorial de cara al balotaje del 19 de noviembre. «En la primera vuelta era importante asegurar el piso de votos, en la segunda vuelta hay que asegurar el techo. Es la clave para ganar. Aquí vienen algunas complicaciones para Sergio Massa. Ese piso peronista fiel que lo votó a pesar del desastre económico no le alcanza. Por eso jura y perjura, que no es kirchnerista y se lo hace decir a quien pueda. Porque el voto opositor sigue siendo mayoritariamente un voto anti k», comenzó diciendo.
«Fue un camuflaje parecido el del Alberto moderado de 2019 que citaba a Alfonsin y prometía que jamás sería títere de Cristina hasta que luego de ganar la elección apareció la gran titiritera. Seguramente Massa no sería tan maleable, pero negar a la señora cuando todos saben que sin ella y Máximo Kirchner jamás habría llegado al ministerio de economía, no parece verosímil. Es curioso, si Massa no es kirchnerista, se les parece bastante. Sus amenazas a las empresas, sus políticas policíacas para controlar el dólar, o la suma del poder que ostenta como si no hubiera presidente, sólo hacen acordar más y más a Néstor y Cristina», apuntó Cristina Pérez.
Delante de cada uno de los oyentes, decidió ir por más. «Y es el estilo que el voto anti k, por cierto, detesta. Anoche mismo, Sergio Massa dijo que su gobierno comenzará el 20 de noviembre si es que gana y que desde ese día tomará medidas. No sólo Milei da miedo. El péndulo que se balancea entre Milei y Massa no sólo tiene que ver con quién da más miedo. Es también lo que sacude a la oposición. Los mismos que querían echar a Mauricio Macri de Juntos por el Cambio la noche de la derrota son los que lo acusan de romper el espacio por acercarse a Milei», reveló la comunicadora.
«Esa misma noche que Morales, Lousteau y Yacobitti apretaron a Patricia Bullrich para que no critique a Massa y para que termine con Macri, ella actuo ante todo, siendo fiel a lo que había prometido durante toda la campaña: luchar para terminar contra el kirchnerismo. El gran dilema de la oposición hoy, es no quedar atrapada en una pelea endogámica. A diferencia del peronismo, con un carácter más societal, deberían mirar hacia donde se mueven sus propios votos. Y ahí vuelven a tallar los techos de la elección. Mauricio Macri está convencido de un fuerte traslado de los votos de Juntos por el Cambio hacia Javier Milei. Eso lo hace soñar con el armado de una nueva coalición parecida al PP moderno situada en la centroderecha», comentó.
«Massa busca horadar ese techo potencial de Milei desalentando el voto con el feriado largo, negando ser k, y teniendo como aliados implícitos a los dirigentes opositores que se declaran neutrales. La neutralidad ya no es tierra de nadie, es tierra de Massa. El partido final será el 19 de Noviembre. Y cuando hablamos del techo imprescindible para ganar hablamos de votantes. Personas de carne y hueso que elegirán entre el cambio o la continuidad, con dos opciones controvertidas pero que son las únicas que quedaron en pie», sentenció Cristina Pérez.