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Islandia se prepara ante una posible erupción volcánica

La actividad sísmica y los flujos subterráneos de lava se intensificaron en la península de Reykjanes durante el fin de semana.

Islandia

Las autoridades de Islandia se preparaban el martes para construir muros de defensa alrededor de una central geotérmica en el suroeste del país, con la esperanza de protegerla de las corrientes de lava, en un contexto de preocupación por una inminente erupción volcánica.

La actividad sísmica y los flujos subterráneos de lava se intensificaron en la península de Reykjanes, cerca de Reikiavik, durante el fin de semana. El temor a que la roca fundida saliera a la superficie de la tierra en cuestión de días llevó a las autoridades a evacuar el sábado a casi 4.000 personas de la ciudad pesquera de Grindavik.

Situada entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, unas de las mayores del planeta, Islandia es un punto caliente sísmico y volcánico, ya que ambas placas se mueven en direcciones opuestas. La ministra de Justicia, Gudrun Hafsteinsdottir, confirmó que se ha diseñado un gran dique para proteger la central geotérmica de Svartsengi, situada a poco más de seis kilómetros de Grindavik.

«Se están trasladando a la planta equipos y materiales que podrían llenar 20.000 camiones», explicó la funcionaria islandesa. La construcción del dique protector alrededor de la central está a la espera de la aprobación oficial del Gobierno. La central produce agua caliente y fría y electricidad para la península de Reykjanes.

Un portavoz del operador de la central, HS Orka, dijo a Reuters que la central suministra energía a todo el país. Una interrupción no afectaría al suministro eléctrico de Reikiavik. La actividad sísmica en el suroeste del país disminuyó en tamaño e intensidad el lunes. Pero «el riesgo de una erupción volcánica seguía siendo significativo», dijo la Oficina Meteorológica islandesa.

A última hora de la tarde del lunes, la evaluación del riesgo volcánico en Grindavik y sus alrededores no había cambiado desde el domingo. «Casi todos los 3.800 habitantes de la ciudad fueron autorizados brevemente a volver a la ciudad el lunes para recoger objetos de valor, mascotas y ganado», explicó el departamento islandés de protección civil y gestión de emergencias.