Javier Milei, con su frente La Libertad Avanza (LLA), es uno de los dos candidatos presidenciales más votados por los argentinos en las elecciones 2023. Logró desterrar a Juntos por el Cambio en su pelea contra el kirchnerismo y este domingo protagonizará el balotaje junto al actual ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa (Unión por la Patria). Economista en el plano profesional, su irrupción en la política se dio para el proceso electoral de 2019.
El tono de su voz, su énfasis en algunas palabras, su cabello despeinado y la aparición de dos conceptos clave en su retórica, “casta” y “Estado”, lo posicionaron a Milei entre los economistas preferidos por los productores de televisión del prime time. En 2019, anunció su afiliación al Partido Libertario, creado un año antes. Para ese año, también electoral, Milei se mantuvo cerca de otro liberal, José Luis Espert, quien se presentó como precandidato a la Presidencia.
Antes de la irrupción de estos dos personajes, la palabra “liberalismo” no era utilizada ni siquiera en el círculo rojo. Ya en 2020 y en plena pandemia por coronavirus, Milei lanzó su precandidatura a diputado nacional, tras alzarse con la bandera de la “libertad” en días de cuarentena obligatoria. Lo hizo a través de un vivo de la red social Instagram. Tras abandonar el Frente Despertar, fundado por Espert, Milei comenzó a forjar los cimientos de su propia plataforma política de cara a las elecciones legislativas del 2021 en la ciudad de Buenos Aires.
El 14 de julio de ese año quedó conformada LLA que, en su comienzo, contó con el apoyo de Juan José Gómez Centurión. Milei incorporó a su equipo a Victoria Villarruel, la segunda en la lista que encabezó el propio economista a diputados nacionales por la Ciudad. El primer candidato para la Legislatura porteña era Ramiro Marra. Este año, ese tridente se volvió a repetir. Milei-Villarruel como fórmula presidencial, mientras que Marra, exdirigente lavagnista, fue -sin éxito- por la Jefatura de Gobierno.
El espacio obtuvo el 13,90% de los sufragios en las elecciones primarias y logró así posicionarse como la tercera fuerza en la Capital Federal, desplazando a la histórica izquierda porteña. Los actos en diversas puntos porteños, transgrediendo normas sanitarias, fueron un sello distintivo del libertario en esa campaña. Su narrativa, que parecía lejana en la política argentina, que observaba el fenómeno Donald Trump y Jair Bolsonaro (expresidentes de Estados Unidos y Brasil, respectivamente), había penetrado.
En las generales Milei aumentó su caudal electoral y llegó al 17,04%. Más de 300.000 votos. De esta manera, el libertario llegó al Congreso de la Nación, con Villarruel, y Marra a la Legislatura. Desde que asumió, Milei sortea todos los meses su sueldo. Vive de “conferencias”, dice cada vez que le preguntan, y de su paso por el “sector privado”. Entre sus empleos se destaca el de haber sido un asesor de Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios más importantes de la Argentina.
En abril del 2022, Milei promovió su precandidatura presidencial. Entre ese mes y julio del mismo año quedó en el ojo de la tormenta por una serie de declaraciones sobre la venta de órganos y por una postura favorable sobre la portación de armas de fuego. A eso se le sumó un fallido acto en el estadio del club El Porvenir, en Gerli, localidad del sur del Gran Buenos Aires, que su equipo ideó en una fría noche de invierno y lejos de la Ciudad, donde se encuentra su votante por naturaleza.
Fueron los tres meses más duros para el libertario desde su desembarco en la política nacional. Hasta uno de sus promotores, el bitcoinero Carlos Maslatón, se alejó de él con fuertes críticas por su equipo de campaña. Lo que obligó al libertario a bajar su perfil. Ya en 2023, tras haber podido surfear la ola de inestabilidad, Milei volvió a posicionarse en la escena pública. Favorecido por la crisis económica, el economista regresó a los medios de comunicación tradicionales. Desde entonces, se sostiene como una clara opción de cara al balotaje del próximo domingo.
Sus propuestas son de público conocimiento: eliminación del Banco Central, recorte del gasto público y una dolarización progresiva, según puntea LLA en la plataforma electoral presentada ante la Cámara Nacional Electoral. Así, Milei dio el gran batacazo en agosto en las primarias, pero el andamiaje del peronismo revirtió el resultado el pasado 22 de octubre.
Desde aquel discurso moderado de la primera vuelta, Milei se moderó y escondió la motosierra en busca de los votantes huérfanos de Juntos por el Cambio. El martes 25 de octubre por la noche selló un acuerdo político con el expresidente Mauricio Macri y su exrival, Patricia Bullrich. Al momento, sólo incluiría apoyo territorial para fiscalización, algo que descreen en las propias filas libertarias.
Ahora, Milei se encuentra ante el desafío de su vida. ¿Podrá el exarquero de Chacarita romper el maleficio de las terceras fuerzas y llegar a la Presidencia de la Nación? ¿La Argentina tendrá también su propia experiencia de ultraderecha como Estados Unidos y Brasil? ¿Verán los argentinos, como ya vieron a Dylan, el perro de Alberto Fernández, coletear por la Quinta de Olivos a Milton, Murray, Robert y Lucas? El domingo, pasadas las 21 horas, se empezarán a develar los interrogantes.