Juan Manuel Urtubey volvió al centro de la escena política en el marco del balotaje del 19 de noviembre. Ve en el proyecto que propone Sergio Massa una nueva oportunidad para forjar una alianza peronista que tenga un perfil de centro derecha similar a sus principios. En diálogo con Infobae planteó que el país está próximo a “vivir una nueva etapa” sumarse a la construcción de un nuevo espacio y, sobre todo, de un nuevo gobierno nacional.
El exgobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, precisó los motivos de su desembarco en el proyecto político de Massa. Su decisión de aceptar compartir un esquema político está vinculada a la oportunidad de generar un fuerte consenso. “Como peronista, toda la vida he planteado que había que salir de esa lógica endogámica y abrir”, planteó. Siempre refiriéndose a la propuesta de Sergio Massa de construir un gobierno de Unidad Nacional.
-Ese es un rasgo del plan de Massa. Convocar a los opositores.
-Soy francamente opositor a este gobierno. Estoy planteando la posibilidad de la construcción de la nueva etapa con él, por eso fue totalmente natural. La distancia que yo tuve con Sergio fue por su incorporación al Frente de Todos que no compartí y no comparto, pero eso es parte del pasado. Si vamos a tomar posiciones mirando el pasado, vamos a estar más lejos que si miramos el futuro.
-¿Se suma por qué sabe que no es incluirse en Unión por la Patria sino que es el nacimiento de un proyecto político nuevo?
-Definitivamente yo me sumo a algo nuevo. A una nueva coalición de gobierno que lo que plantea es una mirada que parte de una premisa diferente a la cual se ha construido el actual espacio político, que tiene que ver con apelar más al encuentro que a la confrontación. Yo construí toda mi carrera política sobre la base del encuentro, no de la confrontación. Y Sergio es una persona que responde al mismo perfil en ese sentido.
-A lo largo de los últimos años usted ha sido muy crítico de la fuerza política que conduce Cristina Kirchner. ¿Cómo tomó la decisión de volver a conformar una coalición donde sabe que uno de los socios va a ser el kirchnerismo? ¿Cómo va a congeniar lo que viene criticando desde hace tanto tiempo con el presente?
-Hay una diferencia clave que tiene que ver con la conducción. Trabajar en un mismo espacio, conducido por alguien con el que vos no compartís, es diferente a convivir en el mismo espacio. Son dos cosas distintas. En política tenés que acostumbrarte a convivir y compartir con gente que no piensa igual que vos. Y de hecho de eso se tratan los gobiernos de coalición. Estamos hablando de la segunda vuelta donde no hay tres posiciones, hay dos. Y para eso estamos planteando este balotaje donde la otra opción está literalmente en las antípodas de mi pensamiento y de mi historia personal. Para mí es muy sencillo. Es bueno evaluar porque sí Massa, pero también no sería honesto si no te digo que hay que evaluar todas estas cosas en el marco de un contexto.
-¿Cuál es el contexto?
-El contexto es que por primera vez en los 100 años de constitucionalismo social en la Argentina se está discutiendo la propia vigencia de los derechos sociales. Nunca se había discutido. Vos discutís matices en los últimos 100 años, pero nunca discutiste lo que hoy estas discutiendo. Esto es previo al peronismo. Después de la constitución de México y del martes negro del ‘29, del siglo pasado en Estados Unidos, ya nadie discutió la presencia del Estado, la articulación social. Eso no se discutió más y hoy en la Argentina se discute. Este contexto hace que un dirigente radical diga voy a votar un peronista. Eso hay que analizar.
-Usted podría haber sido prescindente y que la discusión sea Milei-Massa, y decir que votaba a Massa. Pero decidió involucrarse. ¿Lo que lo atrajo para sumarse es el llamado al gobierno nacional y que se rompa la dicotomía entre Juntos por el Cambio y el kirchnerismo?
-Aposté toda mi vida a eso. Para mí, la lógica de construcción política es sumando, no restando. Es acordando, no confrontando. Y esto es lo que está planteando Sergio. Eso que parece una cuestión gestual, en una crisis como la que vive la Argentina, es una cuestión central. Las únicas dos veces que salimos de crisis fuertes como vive la Argentina, que fue la hiperinflación a fines del gobierno de Alfonsín y la caída de De la Rúa, se salió con grandes acuerdos nacionales. Hoy Massa está invitando a uno.
-¿Y cómo lo interpela esa propuesta a usted?
-Lo primero es un dirigente peronista que me convoca a hacer lo que toda la vida consideré que hay que hacer. Entonces, pocos lugares tenes para escapar. Y si enfrente tenes la negación absoluta de la propia existencia del Estado y los derechos sociales, entonces ya sé dónde tengo que estar. Doy el paso para involucrarme porque yo milité toda mi vida para esto y me invitan a participar. ¿Por qué no participar? ¿Por qué no soy yo el que lo conduce? Me parece de un nivel de mezquindad inadmisible.
-¿Tiene que sanar heridas con los Kirchner?
-No, tengo una mirada distinta de Argentina y de la política, al margen de que me haya ido mejor o peor en una relación que siempre fue traumática. Eso es una cuestión que yo la tengo elaborada y procesada. No tengo problemas con eso. Lo que sé es a dónde hay que tener la mirada. Y para mi la mirada en política siempre tiene que estar para adelante, no para atrás. Porque si yo me quedo atado a una fase de la historia, es historia. Después que discutan los historiadores ese proceso político, pero construyamos uno nuevo, porque sino vamos a seguir dando vueltas detrás de lo mismo y eso nos detiene. Y así nos va como país.
-¿Más allá del gobierno de unidad nacional, ve que el peronismo, en el caso de que Massa sea presidente, va hacia un cambio concreto en la identidad política y de gestión respecto a los gobiernos de Cristina Kirchner y Alberto Fernández?
-Definitivamente. De movida lo que hay es un nuevo conductor del proceso y en este caso es Sergio. El que preside y conduce, salvo la excepción que tenemos hoy que no preside ni conduce, que tiene que ver con la falta de condiciones personales para ser presidente y conducir. Todos sabemos que ese no es el caso de Massa. Más bien todo lo contrario. Es una persona que está formada y preparada para eso.
-En la última entrevista que le dio a Infobae cuestionó al Gobierno y aseguró que el peronismo estaba cooptado por los Kirchner. ¿El cambio que divisa tiene que ver con que esa situación está terminando?
-Así es. De hecho la conducción ya reside en otro lado. ¿O a alguien le cabe alguna duda que hoy Sergio está conduciendo el proceso político? Obviamente que ahora lo que debe hacer es ser electo para conducir el gobierno y poder remover muchos de los problemas que este gobierno y los años anteriores generaron. Hay que ser honestos, si Milei y La Libertad Avanza tienen competitividad haciendo y diciendo las cosas que hacen, es por lo mal que hicieron las cosas los que están hoy. Es lo primero que tenemos que asumir porque si no no estamos mirando la realidad completa.
-¿Cómo se hace para ser competitivo y ganar un balotaje en el contexto en el que está este gobierno, de inflación alta y una amplia brecha cambiaria? ¿Es el rival que está en cancha el que genera la oportunidad?
-Definitivamente. En los análisis evaluamos los contextos. En un partido de fútbol discutís si podes ganar mirando al rival, además de mirar sus condiciones personales. Porque sino miras al rival, difícilmente puedas ganar. En esto pasa lo mismo. ¿Cuál es mi tranquilidad? Mi tranquilidad espiritual es tener la oportunidad, que pocas veces se da, de tener un voto profundamente conceptual e ideológico. Yo sé que del lado en donde estoy, con enormes déficits del sistema político, el candidato tiene que pagar el costo de ser parte de un pésimo gobierno como este. Yo no soy parte de este gobierno ni pretendo serlo.
-¿Qué es lo que le genera la propuesta de Milei?
-Lo que hay que entender es que del otro lado del mostrador tenes gente que te está planteando la negación de tu propia existencia. Yo milito en el peronismo desde los 14 años. Y cuando doy clase de Derecho Constitucional pongo el foco en el constitucionalismo social donde llevamos más de 100 años en Argentina. Ahora aparece un candidato que te dice que todo eso es papel pintado y que hay que terminar con todo. El contexto ordena muchísimo. ¿O usted cree que mucha gente que es opositora a este gobierno, como es mi caso, de la noche a la mañana dijo que lo mejor está acá? No. También analiza el contexto. Y ese es el motivo por el que yo estoy haciendo esto en la segunda vuelta. Porque este es el contexto. El contexto hace que te abran las puertas y puedas entender que hay una puerta abierta.
-Hay muchos dirigentes del peronismo que se están acercando y que se sintieron marginados a lo largo de los años de conducción del kirchnerismo. Dirigentes que llevaron adelante propuestas que no fueron competitivas.
-Yo nunca resigné mi condición de peronista. Cuando empezaron con el tema del acuerdo con Juntos por el Cambio, lo primero que hice fue pegar un portazo e irme a mi casa. Porque nunca negué mi identidad peronista. Pero yo soy de los que discuto la identidad peronista del kirchnerismo. Esta es mi mirada. Qué razón hay para una tercera posición diferente, cuando el que tiene la posibilidad de conducir el proceso es alguien que se parece mucho más al que yo pienso que lo que piensan aquellos que, a mi juicio, llevaron al peronismo a un lugar inconveniente.
-Con Massa, Pichetto y Schiaretti formaron Alternativa Federal, proyecto que duró un año. ¿Por qué no avanzó ese espacio antigrieta y que tiene de diferente a esta propuesta del ministro de Economía?
-La primera diferencia es el contexto. Estamos en segunda vuelta y hay dos opciones políticas. Inevitablemente una segunda vuelta te obliga a lograr acuerdos para ampliar la base de gobierno. El famoso tema de la tercera vía funciona fuera del proceso. La sociedad estuvo divida en tercios en la elección general. Pero a 20 días del balotaje la sociedad se ordena ante dos posiciones. Ese es el contexto que cambia. Probablemente no hubo posibilidad de consolidar terceras vías porque no se consolidó ni se generó el contexto para que suceda. Yo lo he sufrido.
-Formó proyectos políticos con Schiaretti en dos oportunidades. El Gobernador, que anticipó que iba a ser neutral, lo cuestionó duramente a Massa en los últimos días. ¿Qué lectura hace de cómo está jugando el peronismo cordobés en la elección?
-Lo que veo es que tenes dos formas de elaborar tu decisión. Una es mirando al pasado y otra mirando al futuro. Y claramente yo conozco y comprendo el resentimiento que hay en Córdoba respecto al kirchnerismo por una relación traumática de muchos años. Lo que hay que entender es que en la Argentina de hoy lo que estamos discutiendo es el futuro del país, no el pasado. Yo no estoy discutiendo ni la reelección de Alberto ni la elección de CFK como candidata a presidenta. Estoy eligiendo a Sergio Massa. Entonces la proyección en Massa de la relación traumática con los gobiernos kirchneristas es una explicación vinculada al trauma del pasado. ¿Si yo tengo que proyectar el futuro, mi provincia le va a convenir tener más a Massa o a Milei de presidente? Que te está diciendo que te quiere derogar la ley de coparticipación, cosa que es un disparate. ¿Por qué pasa lo que pasa? Porque se mira más la experiencia traumática del pasado que lo que viene. A veces son los costos que paga Sergio por ser parte de la actual coalición de gobierno.
-¿Se terminó la discusión en el peronismo de que había que reformular el espacio político sin el kirchnerismo adentro?
-La discusión la saldó el tiempo. Pasaron 20 años y nada es para siempre. Son realidades políticas que se evaluarán más en la historia que en la coyuntura política. Son procesos políticos que pasan. Algunos plantaron al kirchnerismo como superador del peronismo. Pero para los peronistas el kirchnerismo es una etapa histórica, de conducción de los Kirchner sobre el peronismo, que termina porque aparece una nueva conducción.
-¿Qué rol cree que va a jugar Cristina Kirchner en un eventual gobierno de Massa?
-No tengo la menor idea, pero lo que tengo en claro y me deja tranquilo, es que si sé el rol que va a ocupar Sergio. Que va a ser presidente y va a conducir el proceso. Que es lo que no pasó durante estos cuatro años con el actual presidente.