Argentina ha enfrentado un prolongado problema de déficit fiscal, con solo 6 años de superávit en las últimas 6 décadas. En un estudio, titulado «Una historia de déficits fiscales recurrentes en Argentina,» se destaca que, en términos de equilibrio fiscal, la nación solo logró resultados positivos durante el período 2003-2007 del gobierno de Néstor Kirchner y parte de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Pero, Javier Milei dio en el clavo: el principal problema de la inflación el exceso del gasto estatal financiado desde el Banco Central.
El informe del Instituto Argentino de Analisis Fiscal (IARAF) destaca que, desde 1961 hasta 2022, Argentina experimentó solo 14 años de superávit primario y 48 años de déficit primario. Además, en términos de superávit fiscal total (incluyendo los intereses de toda la deuda), solo se registraron 6 años de equilibrio fiscal y 56 años con desequilibrios graves en las cuentas públicas.
Para abordar esta situación crónica de déficit, el IARAF sugiere la necesidad de establecer reglas fiscales y fondos estabilizadores que permitan acumular recursos en momentos de bonanza económica y utilizarlos en épocas de crisis. El equilibrio fiscal es fundamental para mantener la autonomía de la política monetaria y promover la estabilidad económica, con una inflación baja y predecible, que a su vez respalde las decisiones de inversión a largo plazo.
¿Cómo solucionar el problema del déficit fiscal en la Argentina?
El informe de la IARAF destaca la importancia de establecer normativas y herramientas fiscales que permitan abordar de manera más efectiva los ciclos económicos y sus impactos. En este contexto, el informe plantea la idea de implementar «fondos estabilizadores» que obliguen a las autoridades públicas a acumular recursos durante las fases de crecimiento económico para utilizarlos en momentos de crisis.
Además, la IARAF subraya que mantener un equilibrio fiscal es fundamental para preservar la autonomía de la política monetaria, asegurando que su diseño no esté condicionado por la necesidad de financiamiento generada por los déficits fiscales. Al menos desde la vuelta a la democracia (1983), solamente un gobierno pudo entregar la administración con superávit fiscal y fue el de Néstor Kirchner.
En este sentido, el equilibrio fiscal desempeña un papel relevante en la estabilidad económica, ya que una inflación baja y predecible es esencial para que los actores económicos tomen decisiones informadas, especialmente en lo que respecta a inversiones, que son un componente crucial en el proceso del desarrollo económico sostenible.
