La jueza federal Ana María Figueroa, tildada como “jueza K” por Juntos por el Cambio, finalmente presentó los papeles para iniciar su trámite de jubilación, tras meses de pelea política por quedarse en el cargo. A la integrante de la Cámara de Casación la habían apartado en agosto pasado por decisión de la Corte Suprema de Justicia, que entendió que había cumplido 75 años y no tenía el acuerdo del Senado para continuar por otros cinco años.
Luego de ello, el Senado con impulso de Unión por la Patria, y especialmente por la vicepresidenta Cristina Kirchner, logró aprobar el pliego que le daba un nuevo período en el cargo, abriendo una disputa entre poderes. Luego de las elecciones que determinaron un cambio de gobierno y varios meses después de la decisión del máximo tribunal, Figueroa inició el trámite jubilatorio.
Durante este tiempo, en el que estuvo en apartada por la Corte pero con el pliego en curso en el Senado, Figueroa no participó de las decisiones de la Cámara de Casación. Dejó de cobrar su sueldo como camarista el 1 de septiembre pasado y, desde entonces, no percibe ninguna remuneración del Poder Judicial. Ahora debería percibir la liquidación final de su salario con vacaciones, aguinaldo y licencias que no se tomó, y empezar a cobrar la jubilación.
La batalla del kirchnerismo por mantener a Figueroa llegó a tal punto que no dudó en avanzar hasta generar un conflicto de poderes con la Corte Suprema. Pero la política acomodó las cosas. Pues, hubo elecciones presidenciales, perdió el candidato del oficialismo, Sergio Massa, ante el postulante de La Libertad Avanza, Javier Milei, y la jueza se allanó a lo inevitable.
Figueroa cumplió 75 años el 9 de agosto, el límite de edad para que los jueces permanezcan el cargo, según la Constitución Nacional. Para continuar por cinco años más deben pedir al Poder Ejecutivo que vuelva a enviar su pliego a la Cámara alta para conseguir un nuevo acuerdo. El kirchnerismo le dio cabida al pedido de Figueroa y el presidente Alberto Fernández solicitó un nuevo acuerdo, consignó NA.
Figueroa “ha perdido la investidura judicial el 9 de agosto pasado, día en que cumplió setenta y cinco (75) años de edad sin haber obtenido un nuevo nombramiento con el correspondiente acuerdo del Senado”, decía el fallo de la Corte. A partir de ello, la jueza pasó la instancia de entrevistas personales, pero el Senado nunca consiguió reunirse para un nuevo acuerdo. El kirchnerismo no tenía votos propios para obtener el quórum y votar el acuerdo en una sesión, por lo que la oposición logró bloquear con éxito esa posibilidad.
Figueroa es una de las juezas que, junto a Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, debía resolver si se reabrían o no las causas contra Cristina Kirchner de Hotesur y Los Sauces y el Memorándum con Irán, las cuales finalmente se reabrieron semanas después de la decisión de la Corte sobre la magistrada. Juntos por el Cambio rechaza la continuidad de la jueza por su supuesta cercanía al kirchnerismo y además considera que con la decisión de la Corte, Figueroa ya es “una exjueza”.