Durante los últimos días, la Justicia avanzó sobre una causa de espionaje ilegal por la que está preso el expolicía Ariel Zanchetta y que tiene como involucrado al diputado K, Rodolfo Tailhade. El exespía se encargaba de seguir de cerca la actividad de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, fiscales y políticos, entre los cuales no aparece Mauricio Macri, pero que de todos modos se presentó como querellante.
El expresidente de la Nación se sumó a una extensa lista de dirigentes políticos, como Máximo Kirchner, Wado De Pedro y Javier Milei, que tendrán acceso al expediente porque consideran que parte de esas conversaciones ilegales podrían tener influencia en ellos o sus partidos políticos. Cabe mencionar que de la familia Macri el que aparece mencionado es Jorge, primo del exmandatario y jefe de Gobierno porteño electo.
Todos los pretensos querellantes invocaron como fuente de sus pedidos la información que se publicó en los últimos días y el dictamen de casi 150 páginas que formuló el fiscal Gerardo Pollicita sobre la base de un informe de un organismo técnico que depende de la Corte Suprema, la DAJUDECO, según compartió la agencia de noticias NA.
En su rol de querellante, Mauricio Macri tendrá la posibilidad de acceder a todo el expediente digital, proponer medidas de prueba y sugerir cauces de investigación como actor activo en la causa principal. Este no es un detalle menor teniendo en cuenta que el principal acusado tiene vínculos con el kirchnerismo e incluso Fabián «Conu» Rodríguez, otro de los involucrados, es cercano a Cristina Kirchner.
El que deberá definir si aceptar o rechazar el rol de querellante es el juez Marcelo Martínez de Giorgi, pero tiene tres instancias de apelación: la Cámara Federal, la Cámara de Casación y la Corte Suprema. El mismo camino que el expresidente de la Nación podrían tomar Sergio Massa, candidato a presidente por el oficialismo, y ministros del actual Gobierno.