En medio de la campaña electoral rumbo al balotaje presidencial en Argentina, el Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, ha sido objeto de controversia por su participación activa en la campaña de Sergio Massa, candidato presidencial por Unión por la Patria. Katopodis fue visto en un vagón de tren, intentando persuadir a los pasajeros para que voten por Massa, una acción que ha generado críticas y cuestionamientos.
«Los que votaron a Milei no los queremos distraer, ya sabrán ellos porque lo votaron. Pero los que no votaron a Milei y no votaron a Massa, ya sea porque votaron en blanco o no fueron a votar o porque eligieron a Schiaretti o Bullrich… a todos ellos les pedimos que nos acompañen el 19 de noviembre (día del balotaje)», expresó Katopodis en un video que se hizo viral en Twitter.
La presencia de un funcionario en campaña fuera de su lugar de trabajo plantea interrogantes sobre la imparcialidad y la neutralidad que se espera de los representantes del Estado. La polémica destaca la importancia de mantener la separación entre las funciones gubernamentales y las actividades políticas, especialmente en un contexto electoral.
«No queremos que sean fanáticos de Massa, ni afiliados, ni primeros militantes, ni se hagan el tatuaje con la cara de Massa, lo unico que necesitamos es el voto de confianza porque es muy serio lo que se elige el 19, asi que con mucha fuerza y confianza… hay que votar con esperanza y no con bronca, porque la Argentina tiene mucho futuro», insistió el exintendente de San Martín.
Katopodis deja de lado su cargo como funcionario
La participación de Gabriel Katopodis en la campaña de Sergio Massa ha sido interpretada como un intento desesperado por parte del oficialismo para mantenerse en el poder, utilizando los recursos y el tiempo de un funcionario de alto rango para influir en la decisión de los votantes. Esta acción ha dejado en evidencia una clara falta de respeto por la separación de poderes y ha generado críticas contundentes por parte de quienes consideran que los funcionarios del Gobierno deberían centrarse en su labor pública en lugar de involucrarse directamente en actividades proselitistas.
La situación plantea cuestionamientos sobre la ética y la transparencia en el ejercicio del poder y deja en claro la importancia de garantizar que las instituciones del Estado se mantengan imparciales y que los funcionarios en ejercicio eviten utilizar sus cargos para influir en el resultado de las elecciones. La campaña electoral ya está en marcha, y acciones como las de Katopodis solo sirven para socavar la confianza en el contrato social.
