En Pinamar, Juntos por el Cambio, pudo retener un bastión importantísimo e histórico. Con Martín Yeza a la cabeza, la intendencia de la Costa Atlántica ya se había vuelto una costumbre verla de color amarillo. En estas elecciones el único inconveniente es que el histórico objetivo intendente ya no podía ser parte de la elección.
Las elecciones no sólo fueron un suplicio a nivel nacional. Los pueblos, intendencias también tuvieron su cuota de nerviosismo y tensión. Esto se potencia cuando la paridad es en el sentido más literal de la palabra. Todo esto ocurrió en Pinamar, una de las intendencias más conocidas de Juntos por el Cambio.
Martín Yeza, intendente de la localidad costera, cumplió con sus mandatos. Inhabilitado para competir en las elecciones locales, puso a su delfin. Juan Ibarguren tenía el claro objetivo de retener el poder que dejaba Yeza. Lo que parecía que iba a ser un simple trámite terminó siendo de las elecciones más polémicas, apretadas y complejas del país.
En un momento, Juntos por el Cambio se encontraba 19 votos por encima de Unión por la Patria. Sin embargo, el correr de los días, la fuerte labor de fiscales, etc, hicieron que tan solo quede a un puñado de votos. A pesar del gran esfuerzo, Ibarguren cumplió con su objetivo y será intendente de Pinamar por 4 años.
En Twitter, Cristian Ritondo posteo al respecto: «En Pinamar hoy abrieron 15 urnas, que son el 20% del total, después de un mes pasada la elección. Un caso inédito. En el recuento ganamos por 1 voto. La importancia de fiscalizar es total. Felicitaciones Juan Ibarguren y Martin Yeza!», escribió el legislador nacional.
