Previo a las elecciones presidenciales en Argentina se conoció el caso de Julio «Chocolate» Rigau, un puntero del Partido Justicialista (PJ) que tenía 48 tarjetas de débito de empleados de la Legislatura Bonaerense en su poder. Esta persona fue captada retirando el dinero de las cuentas de estas tarjetas e iniciaron una causa contra él por asociación ilícita, mientas que la Justicia ya tiene en su poder los chats de su teléfono celular.
Estas pericias revelaron chats privados con el concejal platense Facundo Albini y su padre, Claudio Albini, ex subjefe en la Dirección de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense, sobre esta maniobra que hacían. Según mencionan en estas charlas informales, el puntero kirchnerista recibía $200.000 mensuales por este trabajo de sacar el dinero de los cajeros automáticos de La Plata.
«Te llevas 200 por mes hace 3 años y cuando te necesito no estas. Siento que me estás faltando el respeto a mi y a la amistad que tenemos y no quiero terminar mal con vos», le reclamó el contacto «Facu» al detenido el 27 de agosto pasado. Además, NA informó que el acusado le envió una foto de un comprobante de movimientos bancarios para demostrar que realizó el trabajo pedido.
A partir de esto, la fiscal de la causa, Betina Lacki, consideró que «del intercambio de mensajes da cuenta el monto obtenido por parte de Rigau como contraprestación por su aporte a la asociación y el encuadre temporal de la misma que se adapta, en líneas generales, a la sostenida en la hipótesis fiscal descrita en la materialidad ilícita».
Mientras tanto, «Chocolate» Rigau permanece detenido con prisión preventiva por estafas reiteradas luego de haber presentado dos pedidos de nulidad para la investigación. Además, la fiscal realizó los pedidos de detención sobre los Albini que deberá definir el juez si les da lugar o no, teniendo en cuenta que serían parte de esta organización delictiva.