Una vez más salió a la caga y disparó sin piedad. Todo sucedió en Radio Rivadavia, más precisamente en «Cristina Sin Vueltas», el programa que la periodista lleva adelante todas la tardes, y donde una vez más Cristina Pérez volvió a analizar lo que está sucediendo de cara al balotaje del 19 de noviembre entre Sergio Massa y Javier Milei.
«El mapa político del país se está reconfigurando ante nuestros ojos. El proceso electoral se convirtió en una especie de campeonato por eliminatorias y cuando sólo quedan dos contendientes, es importante definir qué representa cada uno. Para eso hay algo que se vuelve fundamental: observar la lógica del reagrupamiento. Podríamos decir que hay un patrón que se produjo en la primaria y se reprodujo en la elección general: en el centro quedó un cráter. La Argentina política quedó reagrupada desde los extremos. Hacia la centroizquierda quedó claramente trazado un espacio donde el kirchnerismo concentra el voto peronista pero también atrae al voto de ciertos sectores medios de centro que alguna vez ya habían votado por Sergio Massa», comenzó diciendo.
«Hacia la centroderecha se reúne el voto liberal conservador que representa Mauricio Macri y el emergente Javier Milei que no sólo es referente del hartazgo sino también de la idea de una economía abierta y desregulada que identifica mucho más a jóvenes nativos tecnológicos de la generación Rapi y de la generación Cripto. Durante estos días la ruidosa reacción del radicalismo más nacionalista contra el apoyo de Macri a Milei decantó hasta dejar en claro que ellos apoyaban a Massa. La movida fulminante del expresidente en la cumbre de Acassusso dejó en evidencia un juego de duplicidad que no era nuevo. La relación Morales-Massa es una sociedad de antigua data y tiene carácter político y empresarial», apuntó.
Sin tapujos ni rodeos, Cristina Pérez decidió ir por más. «Un país cerrado, con estado intervencionista y arraigo en las tradiciones políticas radical peronista nacionalistas se concentra del lado de un Sergio Massa que aunque ande por los canales de TV repitiendo que no es kirchnerista tiene al núcleo duro K como mayor base de sustento y a la señora Kirchner escondida tras el cortinado. Un país abierto, con economía de mercado y una impronta modernizadora del estado que no reconoce referentes tradicionales sino un ex presidente como Macri, que comenzó su propio partido como outsider de los grandes espacios, se concentra por su parte, del lado de Javier Milei que además logró conquistar a un electorado joven que no sólo siente que no le debe nada al pasado, sino que encuentra allí la fuente de una intolerable decadencia», sostuvo Cristina Pérez.
«Pero volviendo a la idea del cráter en el centro. En las PASO, Horacio Rodriguez Larreta apostó al centro y en el centro no había quedado nadie. A él y a Morales los votó apenas el 11% del electorado. En las elecciones generales el centro volvió a ser vaciado desde los extremos. Patricia Bullrich que había quedado tensionada entre derecha e izquierda terminó perdiendo votos por los dos lados. Ahora que todo el padrón queda entre esos dos campos magnéticos lo que definirá la elección presidencial son dos espacios mucho más nítidos ya que los unen las coincidencias y los rivales en común. Esa fue la falencia de Juntos por el Cambio: estaban unidos por el antikirchnerismo y el peligro para la república, pero no por una visión común del país. Y eso terminó de hacer eclosión cuando los sectores que se sentían más identificados con el centrismo de Horacio abandonaron a Patricia aún antes de perder la primera vuelta», afirmó.
Sobre lo que se viene
«Una encuesta interna que recibió el ex presidente Macri, muestra que el 60% de los votantes de Patricia Bullrich al menos, votaría por Javier Milei en la segunda vuelta. Para atenuar ese traslado se espera una fuerte campaña de demonización del candidato libertario en las semanas que vienen. Massa cuenta con todo el aparato del estado para lograrlo. Del otro lado, Javier Milei, buscará combinar una moderación de lo extremo sin perder la frescura de lo nuevo y seguirá teniendo como aliada a la crisis económica. Una crisis que en episodios terminales como la falta de combustible sigue enviando un mensaje a toda la sociedad: que esto, así como está, ya no aguanta más», sentenció Cristina Pérez.