La gestión de Alberto Fernández atravesó por diferentes etapas desde 2019 hasta hoy, último día antes de que comiencen los preparativos para la asunción de Javier Milei. Sin embargo, toda su administración estuvo cruzada por una inflación elevada, pobreza en aumento constante y un dólar blue que pasó de $69,50 a $990. Mientras tanto, los sindicatos hicieron silencio y no le realizaron un paro en todo este tiempo.
El hecho es llamativo porque la crisis social y económica es grave como para no reclamar ante el Gobierno. Lo particular de este es que todas las presidencias desde la vuelta a la democracia en 1983 han tenido paros gremiales, incluidos los peronistas. La única salvedad que se podría hacer es el caso de Cristina Kirchner, quien tuvo dos mandatos.
En su primera etapa, del 2007 al 2011, no tuvo paros en su contra, pero entre 2011 y 2015, en su segundo mandato, sí. Eso quiere decir que ella como presidenta tuvo enfrentamientos contra los gremios, cosa que no ocurrió con Alberto Fernández a pesar de los terribles indicadores que tuvo su administración, sobre todo desde que Sergio Massa es ministro de Economía.
El dato es todavía más preocupante cuando uno toma en cuenta que los referentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) justificaron los aumentos en los precios y cómo cada vez más personas quedaban debajo de la línea de la pobreza. Primero culparon a la pandemia, luego a la guerra entre Rusia y Ucrania, la sequía y el acuerdo de Mauricio Macri con el FMI, según recordó NA.
Los paros a los demás presidentes
La democracia en Argentina se recuperó en 1983 y Raúl Alfonsín fue electo como mandatario. Su gestión se vio atravesada por 13 huelgas en un contexto de hiperinflación y desconcierto social. En sus diez años y medio al poder, Carlos Menem pasó por ocho paros, misma cantidad que Fernando De La Rúa en solo dos años de mandato.
Eduardo Duhalde tuvo dos paros de la CGT en menos de dos años de su intervalo hasta que llegó Néstor Kirchner, que en cuatro años solamente enfrentó un paro. Luego asumió Cristina Kirchner, que en ocho años de Presidencia tuvo cinco paros generales de la central obrera, casi todos cuando Hugo Moyano era líder del sindicato, y por último Mauricio Macri pasó por cinco huelgas.
