Las reservas netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) terminan la presidencia de Miguel Pesce al frente de la autoridad monetaria en terreno negativo, superando los -US$ 10.000 millones, de acuerdo a estimaciones privadas. Un panorama oscuro para el próximo jefe del banco, Santiago Bausili.
El titular del Central en el Gobierno de Alberto Fernández había recibido en 2019 cuando asumió US$ 25.000 millones de reservas brutas, mientras que las netas eran positivas por US$ 13.000 millones. A poco de terminar su gestión, en las arcas de la entidad hay US$ 21.329 millones de reservas brutas, en tanto que las netas están por debajo de los -10.000 millones de dólares, informó NA.
Las reservas brutas están constituidas mayoritariamente por los encajes bancarios de los depósitos en dólares, el oro, los DEG (moneda del FMI) y los yuanes del swap con China, mientras que las netas son los dólares propios que tiene el Central. Los valores de las divisas netas que quedan en el BCRA se desprenden de cálculos privados, ya que no existe información oficial al respecto.
De acuerdo a la prestadora de servicios financieros en la Bolsa, Aurum Valores, las reservas netas al 4 de diciembre son de -11.919 millones de dólares. La firma analizó que la escasez de reservas demandará «un importante esfuerzo de acumulación en los próximos meses que permita estabilizar la macro», por lo que consideran que «en pos de ese objetivo, se hace necesario un tipo de cambio real alto».
En tanto que aseguraron que «lidiar con el riesgo de traspaso a precios de este ajuste debería estar en la primera línea de preocupación del próximo ministro de Economía». La pérdida de divisas por parte de la autoridad monetaria se profundizó durante el 2023, cuando por el pago de deudas, la venta de dólares y la intervención en el mercado para contener las cotizaciones financieras se fueron US$23.000 millones.
Posible panorama
Con la asunción de Javier Milei, entrará en funciones Bausili y tendrá la difícil tarea de recuperar reservas entre sus principales desafíos. De cara al 2024, se estima que las reservas del Central tengan un aumento en torno a los US$ 12.000 millones, de acuerdo a las previsiones esbozadas por la Fundación Mediterránea.
Los cálculos de la entidad plantean una recuperación del saldo comercial en US$ 25.000 millones, debido al crecimiento de ingresos por vía de un repunte de los volúmenes de cosecha de soja y de otros productos agrícolas, tras la sequía, y de un mayor impulso de los sectores energético y turístico.
La diferencia entre el ingreso de dólares del sector comercial y el menor crecimiento de las reservas radica en que el Gobierno, además de fortalecer las arcas del Central, tendrá que cubrir diferentes demandas de empresas y provincias por deudas acumuladas y obligaciones establecidas.
Entre los compromisos que deberá atender el Ejecutivo, están la abultada deuda que se sigue acumulando con importadores, que no fueron autorizados a girar divisas en los últimos meses y la deuda comercial que según AmCham asciende a US$ 56.000 millones, principalmente a raíz de los atrasos en la remisión de utilidades y dividendos por parte de las compañías multinacionales a sus casas matrices.