El presidente de Brasil, Lula da Silva, aumentó el salario mínimo de 2024 un 6,86%, por encima de la inflación, retomando la política de valorización de los haberes que se había detenido en 2016, tras la destitución de Dilma Rousseff. El nuevo valor del salario mínimo subirá 92 reales y se ubicará en 1.412 reales, un aumento del 6,86%, por encima de la inflación del 3,85% calculada hasta noviembre.
Según informó la oficina de prensa del Palacio del Planalto, replicado por Télam, Lula firmó el decreto el martes antes de iniciar sus vacaciones en la base naval de Restinga de Marambaia, en Río de Janeiro, donde pasará el Año Nuevo, aunque aún no fue publicado en el Diario Oficial brasileño.
La vigencia del nuevo piso es el lunes 1 de enero de 2024. El salario mínimo afecta a un tercio de los trabajadores y jubilados brasileños, según cálculos oficiales y privados. También sirve como base de cálculo para indemnizaciones y sentencias judiciales.
El reinicio de la política de valorización del salario mínimo se convirtió en ley en septiembre, luego de que Lula enviara un proyecto para incluir al reajuste paritario por inflación también el porcentaje de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del año anterior. Como resultado, además de la inflación del 3,85%, el salario mínimo en 2024 crecerá un 3,01% (ganancia real) equivalente a la expansión del PBI en 2022.
En los gobiernos de Michel Temer (2016-2018) y de Jair Bolsonaro (2019-2022) el salario mínimo fue congelado o se actualizó apenas por la inflación, sin tener en cuenta el crecimiento económico. La valorización del salario mínimo con la inflación y el crecimiento del PBI había sido aplicada en los anteriores gobiernos de Lula (2003-2010) y en la gestión de Rousseff (2011-2016).