En el marco del paquete legislativo propuesto por el gobierno de Javier Milei, el ministro de Interior, Guillermo Francos, expresó el interés de implementar la Boleta Única de Papel (BUP) en las próximas elecciones, destacando la necesidad de abandonar el sistema arcaico de boletas tradicionales. Este proyecto en el Congreso, ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y podría obtener en el corto plazo la aprobación en el Senado.
Durante el año 2022, la oposición acorraló al peronismo y obtuvo la media sanción para el proyecto de la BUP en la Cámara de Diputados. Esta iniciativa se suma a las propuestas de cambio en el sistema electoral que se esperan presentar próximamente, aunque hay que esperar a que termine diciembre para que sea aprobado por el presidente.
El texto aprobado en Diputados se inspira en el modelo de boleta única papel implementado en la provincia de Córdoba durante el mandato del exgobernador Juan Schiaretti. Aunque algunos críticos señalan que el proyecto es «incompleto», el oficialismo busca reflotarlo en el Senado, aprovechando la unidad opositora y la muestra de fuerza liderada por la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Entre las características clave del proyecto se encuentran la posibilidad de elegir la lista completa de un mismo espacio político o seleccionar candidatos según los cargos. Además, establece la inclusión de fotos de los dos primeros candidatos en todas las categorías y hasta cinco nombres para la categoría de diputados. El orden de los sellos políticos en la boleta será determinado por sorteo realizado por la Cámara Nacional Electoral.
La modificación entraría en vigencia en las elecciones legislativas del 2025
Una medida relevante es el fin de la impresión de las boletas sábanas por parte del Estado, poniendo fin a los fondos entregados a los partidos para este fin. El nuevo cambio busca garantizar transparencia y equidad en el proceso electoral. Sin embargo, la normativa también establece que las leyes electorales no pueden modificarse en años con elecciones, lo que implica la necesidad de aprobar la BUP durante el 2024 para su implementación en las elecciones de 2025.
Con el respaldo de una media sanción obtenida en 2022, la iniciativa busca su aprobación durante 2024, aprovechando la reciente apertura de sesión en la Cámara alta liderada por la vicepresidenta Villarruel. En caso de aprobarse el proyecto, abriría la puerta a cambios fundamentales en el proceso electoral argentino.