Si hay algo que caracteriza a Eliana Guercio es su carácter, especialmente cuando tocan a uno de los suyos. En las últimas horas la panelista recordó la vez que estalló de furia contra otra mujer que coqueteó con su marido, Sergio «Chiquito» Romero, con quien se encuentra casada hace una década y media y con quien comparte a sus cuatro hijos, adelante de ella.
“Fuimos a una oficina de celulares en Holanda para dar de baja unos números telefónicos y había una chica que no paraba de mirarlo mientras se tocaba el pelo. Yo estaba embarazada y me puse intensa. Entonces, él se dio cuenta y me abrazó, como diciendo ‘Yo estoy con ella’”, contó Eliana Guercio en el ciclo radical que comparte con Santiago del Moro.
“A ella no le importó nada y seguía. En un momento, le dijo ‘Romero, te extrañamos mucho en el AZ Alkmaar”, continuó Eliana Guercio, antes de recordar la furiosa pregunta que le hizo a esta mujer. «¿Vos los dientes los querés adentro o afuera de la boca?”, le dijo la panelista abalanzándose sobre su escritorio. “Todo el local miraba y yo estaba a los gritos”, concluyó desde El Club del Moro (La 100 FM 99.9).
El Chiquito Romero sorprendió a Eliana Guercio
El pasado octubre el Chiquito Romero sorprendió a Eliana Guercio y se presentó de manera inesperada en El Club del Moro. “Estábamos haciendo el programa y la Guercio bajó corriendo. Está Chiquito Romero que pasó a saludar a la Guercio, a puro beso con Chiquito, después del triunfo de Boca anoche. Eso es amor, se vino de Ezeiza acá”, contó Santiago del Moro antes que el arquero entrara al estudio y hablara de la difícil situación que atravesó la familia por su lesión en la rodilla.
“A lo largo de lo que fue mi carrera hemos luchado bastante nosotros. A ella no le gusta mucho que lo diga pero hemos luchado contra 15, 16 o 17 años contra una rodilla bastante molesta, inquieta. Esta última operación que me tocó el año pasado en Boca con el doctor Batista nos cambió la vida a los dos, a todo el mundo. Pasó a ser una rodilla como cuando tenía 16 años, una rodilla nueva, sin líquido, sin dolores, sin molestias», recordó Romero.
“Conozco el laburo y no bajar los brazos. La verdad que más allá de lo que uno pueda colaborar, si no está en él esa fuerza interior, es como todo. Él tuvo de verdad un laburo durante muchos años de locos. Vivir con dolor, porque es vivir con dolor, fue muy duro. Después se acostumbró… Y que ahora, yo soy de Boca, estando acá haya podido estar como está ahora me hace feliz porque sé que lo puede disfrutar, que no llega a mi casa a ponerse el hielo. Fueron 14 años”, agregó Guercio.