En la última rueda de la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía y de Miguel Pesce como presidente del Banco Central (BCRA), el Gobierno nacional aplicó una devaluación del 5,9% sobre el tipo de cambio oficial, que llevó al dólar mayorista a $385. De esta manera, el presidente electo Javier Milei asumirá con un panorama económico muy difícil por la presión inflacionaria consecuente de la devaluación.
Se trata del salto más marcado para un día desde el 14 de agosto pasado, cuando después de haber quedado tercero en las PASO Massa metió una devaluación del 22%. Lo curioso es que esta vez el aumento del tipo de cambio no se produjo al comienzo de la rueda, sino que se dio casi sobre el final, con una corrección de 21 pesos en el día.
La decisión tratar de acortar el saldo negativo por sus intervenciones sobre el mercado y, a la vez, desalentar las operaciones en diferido de un dólar promedio a $500 que habían comenzado a hacer los bancos desde ayer (para captar una renta de hasta 23% en pesos en cinco días) y por liquidarse el lunes.
Con esta suba, el dólar minorista cotiza en $400,50 en el Banco Nación. Este dólar existe solamente como referencia, ya que los ahorristas únicamente pueden acceder a la divisa con el recargo del impuesto PAIS, con un precio de $968 en los bancos minoristas.
Desde hace tiempo, se espera que el peso sufra una fuerte devaluación desde el próximo lunes. Un precio «razonable» para el dólar oficial sería entre $600 y los $650, según señaló hace unos días el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos. Una reciente encuesta de Reuters indicó que el tipo de cambio oficial se situaría en $650