El presidente electo y líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, anunció este viernes que el jurista Rodolfo Barra será el procurador del Tesoro de la Nación durante su gobierno. Se trata de un controvertido personaje que supo integrar la Corte Suprema de Justicia durante el gobierno de Carlos Menem. Además, fue integrante del gabinete menemista, pero debió renunciar por una polémica que lo vinculó con el nazismo. Y en las últimas horas, el propio Barra se refirió a ello y pidió disculpas.
Barra es especialista en Derecho Administrativo y cumplió esa misión en el gobierno de Menem desde la Corte Suprema, entre 1990 y 1993, y desde el Ministerio de Justicia, entre 1994 y 1996. Durante aquellos años, el abogado formó parte de la famosa “mayoría automática” del máximo tribunal, del que participó luego de un breve paso como viceministro del Interior y de secundar a Roberto Dromi -padre de las privatizaciones- en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos.
Su desembarco en Justicia en 1994 terminó abruptamente tres años después, ya que debió renunciar a su cargo después de que se diera a conocer que en su juventud había arrojado alquitrán contra una sinagoga y que había reivindicado ideas de corte nazi y ultranacionalistas, durante su paso por el Movimiento Nacionalista Tacuara. “Si fui nazi, me arrepiento”, fue una de sus frases más recordadas cuando renunció a esa cartera.
La dimisión de Barra trascendió cuando organizaciones judías de Argentina se preparaban para manifestarse frente a la Casa Rosada en contra del ministro. En tanto, días antes, un famoso semanario con contenido orientado a temas políticos había publicado una foto del ministro a sus 13 años haciendo el saludo nazi junto a varios compañeros de militancia.
“Tenía 15 años, 16. Era un adolescente. El adolescente adolece, adolece de madurez, de conocimientos. Muchos a esa edad adolescente hacen locuras y a mí me tocó hacer esta locura. Otros, a edad mayor fueron terroristas”, señaló este viernes Barra en declaraciones a La Nación +. “Gracias a Dios no se dio que tuviera que participar en ningún acto violento. Y tampoco me consideré en la vida filo nazi. Pero bueno, eso pasó hace 60 años ya, es mucho tiempo”, aclaró.
“Desde el año ‘70, ‘71, doy clases en la facultad en materias que pueden tocar estos temas. Y habrán pasado 5.000, 10.000 alumnos y habría que preguntarle a algunos de ellos si alguna vez tuve una opinión del tipo totalitaria, o racista. Tengo 20 libros pulicados que se vinculan mucho con la organización social, con la cuestión de la igualdad, de la discriminación, bastaría con ojearlos”, añadió. “No hice ninguna actividad, gracias a Dios”, remató.
Por último, destacó el comunicado de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y reiteró el perdón: “Me disculpo como otros se pueden disculpar por tantas cosas que se hacen en la adolescencia. Tuve una adolescencia complicada, le di mucho trabajo a mis padres, no solamente por esto, sino en el colegio, en el estudio, indisciplina”. Y admitió que “sentó cabeza” al entrar en la universidad.
