Tras un cónclave a puertas cerradas entre los diputados nacionales con mandato por dos años más y los electos el pasado 22 de octubre, se resolvió la continuidad del bloque PRO. El mismo tendrá 41 miembros y seguirá con Cristian Ritondo como jefe del espacio. En este marco, el bonaerense salió a desmentir los rumores sobre una posible ruptura de la bancada, en medio de la interna por el posicionamiento del partido respecto del gobierno electo de La Libertad Avanza.
“Nunca se pudrió nada. Tuvimos diálogo de cómo es esta etapa que viene entendiendo cuál es el rol que nos toca en el Congreso que es colaborar con un Gobierno que recién asume y que tiene debilidad en el Congreso por la cantidad de diputados que tiene”, resumió Ritondo en diálogo con periodistas tras la reunión que tuvo lugar en las oficinas del PRO en el quinto piso del edificio anexo de la Cámara baja.
A su criterio, “la Argentina eligió un cambio”, y el rol del PRO será “darle las herramientas al Gobierno para el cambio”. También subrayó la obligación de “acompañar a los gobernadores del PRO, que son diez”. Sobre el proyecto de ley “ómnibus” de reformas del Estado, Ritondo dijo que aún no pudieron ver el boceto y que por ende no pueden adelantar una posición, pero reafirmó la vocación por “ayudar al cambio”.
“Tenemos responsabilidad institucional y ese es el papel que tenemos que cumplir”, indicó. Asimismo, Ritondo evitó pronunciarse acerca de la continuidad del interbloque con la UCR y la Coalición Cívica que estuvo vigente durante los últimos ocho años. “La Coalición Cívica planteó una voluntad y seguramente vamos a hablar por la cantidad de años que tenemos trabajando en conjunto”, deslizó.
El PRO perdería a un puñado de legisladores como Nicolás Massot, el entrerriano Francisco Morchio, que responde al gobernador electo Rogelio Frigerio, y el chubutense Jorge ‘Loma’ Ávila, ligado al mandatario electo Ignacio Torres. Éstos seguirían a Miguel Ángel Pichetto, Ricardo López Murphy, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer, quienes conformarían un nuevo bloque en Diputados, que se denominaría “Cambio Federal”.
Por ahora, el partido fundado por el expresidente Mauricio Macri mantiene la unidad en la Cámara baja, pero no logra disimular del todo las fisuras internas entre tres grupos con diferencias nítidas: el bullrichismo que tiene cerca de 10 legisladores, el macrismo con Ritondo como referente, y el larretismo, que sumaría a figuras como María Eugenia Vidal.