Este miércoles, España amplió una serie de medidas diseñadas para ayudar a la población con el coste de la vida en 2024, a pesar de que la tasa de inflación se está ralentizando. Al igual que otros países europeos, España se ha enfrentado a una crisis del coste de la vida tras la pandemia del coronavirus, agravada por el impacto de la guerra de Ucrania en los precios de la energía.
En una rueda de prensa, el presidente Pedro Sánchez explicó que «la nueva fase servirá para consolidar los avances logrados en los últimos cinco años», tras obtener un nuevo mandato como jefe del Ejecutivo en noviembre. Además, agregó que Gobierno calcula que el PBI del país ha crecido casi un 2,5% este año.
La anterior previsión, el crecimiento fue del 2,4%. Entre las medidas figuran la ampliación de las subvenciones a menores y jóvenes en el transporte público a todos los usuarios habituales y la reducción del IVA para artículos de primera necesidad como frutas y verduras, pasta y aceites de cocina.
El controvertido impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas, que supuso unos 3.000 millones de euros en 2023, se ha modificado para permitir a las empresas compensar parcialmente el gravamen del 1,2% si invierten en proyectos de energías renovables, informó Reuters.
Una tasa similar para los bancos se mantendrá sin cambios en 2024 tras un acuerdo entre los socialistas de Sánchez y sus socios de coalición, el partido de izquierda Sumar. Algunas medidas se retirarán gradualmente. «La rebaja del IVA en las facturas de energía, que se redujo al 5% durante 2023, volverá lentamente al 21%», dijo Sánchez. El tipo impositivo sobre la electricidad subirá al 10% en 2024, según informó el Gobierno en un comunicado.
